HANGHAR . photos: © Luis Díaz Díaz
The room, as the minimum typological unit of architecture, is the starting point for this project. An investigation into the possibilities that spatial systems have in the dissolution of domestic conventions. The room not as an autonomous space, but the result of a process of subdivision and individualization that organizes domestic life.
The original space is subdivided into 23 rectangular rooms, of similar size, articulated together by central openings, thus creating a spatial isotropy of concatenated rooms.
Each space is not defined by a specific use or function, but by its cognitive characteristics: its lighting, darkness, orientation, spatial dimensions are the only conditions that delimit the possibilities of occupation.
The project consists of four homes located in a building from the seventies in the center of the city of Murcia. Faced with the rapid real estate speculation suffered in the Spanish Levante in recent years, the project moves away from connotations derived from market-driven logics and proposes a flexible system, capable of evading pre-fixed and conventional conditions.
The project is understood as a spatial system indifferent of the context in which it is located.
A system that is conceptually generic as well as spatially specific, which rejects any relationship to the perimeter, the program and the orientation of space.
The materials are simple and direct: mirrored surfaces dilute the limits of the project and promise a spatial imaginary that goes beyond its physical perimeter, while continuous epoxy resin floors eliminate any sense of scale. The plastic enamel ceiling amplify the brightness and colors while the galvanized steel and local granite cooking space provides a point of reference in each home.
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Title: Gloria House Year: 2023
Project: House renovation Client: Private Architect: HANGHAR Status: Built
Contractor: Traza Size: 350 m2
Location: Murcia, Spain Photography: Luis Díaz Díaz
El cuarto, como unidad tipológica mínima en la construcción de cualquier arquitectura, es el punto de partida de este proyecto. Una investigación sobre las posibilidades que los sistemas espaciales tienen en la disolución de convencionalismos domésticos. El cuarto no como un espacio autónomo, sino el resultado de un proceso de subdivisión e individualización que organiza la vida doméstica. El espacio original se subdivide en 23 estancias rectangulares, de tamaño similar, articuladas entre sí por aberturas centrales, creando así una isotropía espacial de cuartos concatenados. Cada espacio no se define por un uso ni función concreta, si no por sus características cognitivas: su iluminación, oscuridad, orientación, dimensiones espaciales son los únicos condicionantes que delimitan las posibilidades de ocupación. El proyecto se compone de cuatro viviendas situadas en un edificio de los años setenta del centro de la ciudad de Murcia. Frente a la rápida especulación inmobiliaria sufrida en el Levante español en los últimos años, la vivienda se aleja de connotaciones derivadas de las lógicas del mercado y plantea un sistema flexible, capaz de evadir condicionantes prefijados y convencionales. El proyecto se entiende como un sistema espacial indiferente e independiente del contexto en el que se sitúa. Un sistema conceptualmente genérico al tiempo que espacialmente específico, que anula cualquier relación al perímetro, al programa y a la orientación del espacio. Los materiales son simples y directos: superficies espejadas diluyen los límites del proyecto y prometen un imaginario espacial que va más allá de su perímetro físico, mientras que los suelos continuos de resina epoxi eliminan cualquier sensación de escala. El techo, de esmalte plástico, amplifica los brillos y colores presentes al tiempo que el espacio de cocinado de granito sirve de punto de referencia en cada vivienda.