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Ágora arquitectura

HOUSE ON A BRICK BASE . St. Vicenç dels Horts

Ágora arquitectura . photos: © José Hevia

The plot is located approximately 20km from Barcelona, in a residential neighborhood of St. Vicenç dels Horts. It is bordered to the east, west, and south by a set of built parcels, and opens to the north, to Valls Street. The land has two distinct levels. On the upper level, an old tool shed reveals the agricultural origin of the site. On the lower level, a small dilapidated building invites the construction of a new home, recalling old building traditions of the area.

A stacked brick base to contain the clay soil of the pre-existing section. A continuous band that expands the new architecture to the limits of the plot, taking advantage of a void in the lower floor to increase the proposed area. This band supports the upper floor, using a new T-shaped brick wall that acts as a prop.
On top of the brick base, a prefabricated CLT box is placed. The exterior is covered with white-washed cork panels, while the interior is left exposed, except for two elements: a tongue-and-groove technical floor that serves to run the installations, and whitewashed plywood volumes that slide between the interior and exterior of the house, containing the domestic program.

The upper floor, more related to the sky and the winter season, proposes two bedrooms connected to each other by a shelf-wall, an open bathroom with generous blue-colored zenithal light views, and a versatile living room-kitchen that extends towards the dining space. The lower floor, more related to the earth and the summer warmth, surrounds the T-shaped brick wall and houses a third bedroom, a second living room, a small bathroom, and an extensive service and installation room.

Outside the limits of the plot, the interior life is shown with a certain degree of hermeticity. Only a perforated brick wall and a double-opening door for vehicles and people give a glimpse of what is happening inside. Beyond the vertical plane, a horizontal plane announces two possibilities: to connect with a ramp that allows access to the lower level of the terrain or to connect with stairs hidden behind the perforated wall, which suggests the possibility of a ceremonial ascent towards the built interior. Following the stairs leads to the discovery of an old well preserved for irrigation and a century-old olive tree. Both elements place the visitor in front of the main door.

Crossing it, a large skylight warns us of the strong exterior presence that actually exists inside the project, even in the most intimate places. The light serves as a guide toward large balcony doors. By opening them, a French balcony turns the house into a porch. With views front of the landscape, roll-up shutters offer a passive system of climatic protection. The light also reaches the most clayey part of the house. It takes advantage of the space of the spiral staircase, in charge of connecting the built levels. This is when the brick wall of the plinth is recognized from different rooms. When the ceramic, is transformed into a filter, is capable of introducing the white color of the neighboring houses. When the crushed ceramics of the roof recognize the nearby tiles, also enjoying the fields of old St. Vicenç.
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Localización: St. Vicenç dels Horts Barcelona
Autor: Ágora arquitectura agoraarquitectura.com
Estructura de madera: Egoin SA egoin.com
Carpintería interior: Wood&Bois SL
Metalistería: Metal·listeria Miquel SL metal-listeriamiquel.es
Albañilería: Juan Carlos Merelo
Soleras: Pavindus S.A pavindus.com
Instalaciones: Vicente Castaño
Zócalos: Cerámicas Valera SA ceramicasvalera.com
Aislante fachada: Barnacork SL barnacork.com
Revestimiento exterior: Comcal Natural SL com-cal.com
Revestimiento interior baños: Equipe Cerámicas equipeceramicas.com
Impermeabilización: Firestone holcimelevate.com
Protección solar: Persiana Barcelona SCP persiana-barcelona.com
Mobiliario: Minim minim.es, Knoll knoll.com, Butterfly butterflyoriginal.com, Kff kff.de, Cassina cassina.com
Fotografía: José Hevia

El terreno se encuentra a unos 20km de Barcelona. En un barrio residencial de St. Vicenç dels Horts. Delimita a este, oeste y sur, con un conjunto de parcelas edificadas. Se abre a norte, a la calle Valls. Presenta dos niveles diferenciados. En el superior, una antigua caseta para herramientas, perece desvelando el origen agrícola del emplazamiento. En el inferior, una pequeña edificación en ruina, invita a construir una nueva vivienda, recordando viejas maneras de construir del lugar.

Se propone un zócalo de ladrillo apilastrado, para contener las tierras arcillosas de la sección preexistente. Una cinta continua, que expande la nueva arquitectura hacia los límites de la parcela. Que aprovecha un vacío en la planta inferior, para ampliar la superficie propuesta. Que da soporte a la planta superior, ayudándose de un nuevo muro de ladrillo en forma de T, que actúa de puntal.

Sobre el zócalo de ladrillo se posa una caja prefabricada de CLT. Se reviste el exterior, con placas de corcho encaladas en blanco. Se deja visto el interior, a excepción de dos elementos. Un suelo técnico machihembrado, que sirve para conducir las instalaciones. Y unos volúmenes blanqueados de contrachapado, que deslizan entre el interior y exterior de la vivienda, conteniendo su programa doméstico.

La planta primera, más relacionada con el cielo, y con el periodo invernal, propone dos dormitorios conectados entre sí, mediante un tabique-estantería, un baño abierto tan solo a las vistas de una generosa luz cenital de color azul y, un versátil salón-cocina, que se extiende hacia el espacio comedor. La planta inferior, más relacionada con la tierra y con el calor del verano, alrededor del muro de ladrillo en forma de T, entierra una tercera habitación, una segunda sala de estar, un pequeño baño y una extensa sala de servicios e instalaciones.

Fuera de los límites de la parcela, la vida interior, se muestra con cierto grado de hermeticidad. Tan sólo un muro de ladrillo calado, y una puerta para vehículos y personas, de doble abertura, dejan entrever lo que sucede en el interior. Superado el plano vertical, un plano horizontal, anuncia dos posibilidades: enlazar con una rampa, que permite acceder a la cota inferior del terreno, o conectar con unas escaleras escondidas tras el muro calado, que anuncian la posibilidad de un ascenso ceremonioso hacia el interior construido. Seguir las escaleras, permite descubrir un viejo pozo conservado para el riego y una olivera centenaria. Ambos elementos sitúan al visitante delante de la puerta principal. Cruzando esta, un gran lucernario, nos advierte, de la fuerte presencia exterior, que en realidad existe en el interior del proyecto; incluso en los lugares más íntimos. La luz, sirve de guía hacia unas grandes balconeras. Abriéndolas, un balcón francés convierte la casa en porche. Con las vistas en frente del paisaje, unas persianas enrollables, se ofrecen como sistema pasivo de protección climática. La luz también alcanza, la parte más arcillosa de la casa. Aprovecha el hueco de la escalera de caracol, encargado de conectar los niveles edificados. Es cuando el muro de ladrillo del zócalo, se reconoce desde distintas estancias. Cuando la cerámica, convertida en filtro, es capaz de introducir el color blanco de las casas próximas. Cuando las cerámicas trituradas de la cubierta, reconocen las tejas vecinas, también disfrutando de los campos del viejo St. Vicenç.