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castroferro

House in Pontevedra . Nigrán

castroferro arquitectos . photos: © Héctor Santos-Díez

We have always felt a special interest in transitions, the events that happen between two acts. Those moments that, in these times, are usually treated as mere gaps between supposedly full. Getting home.

Perhaps this has been the most important idea that we have followed to develop this project, to think of housing as a final point of rest that ends up being reached and it is that path that we decided to portray. In a way, it goes with us, although we feel embarrassed to say it out loud because they are very big words, that idea of the “Corbsuserian promenade”, that thinking of the project as a journey of sensory sequences.

Thus, we describe this project from its arrival where, prior to the perception of its resounding closure, rough and to a certain extent surly for those who look at it, when crossing said barrier we are received by three cork oak tree tops, with their thin leaves while a concrete slab ( that material that acts as a common thread all the way) protects us. We are on the threshold of the house. That protected place prior to the entrance but that is already part of it, of its architecture, one of those transitional spaces on which so much architecture has been referenced.

The pine door, recalling the marks that other boards have left on the concrete, opens onto a hall, converted into a walkway. We are now inside the house, following the walkway that accompanies us if we look to the left over the patio with the cork oaks or if we look down to the right at a nearby landscape of small bushes. Each one will decide what they prefer to watch.

It will be the staircase, the connection of the three levels of the house that closes the first room of the house, and the area of the patio with cork oaks have been left behind to now present the house with a new aspect of the relationship with the outside its west side.

It will be this area of relationship with the western part of the plot that we can understand as the end of the route that began, we do not know where at the time we decided to return home. A spacious, resounding, and clear living room opens up to the recreational area of the plot through windows that, emphasized by the continuity of the ground that invades the pool, allow us to experience the house with an extreme connection with the outside.

As the mood is changeable, more than weighing us down, we liked that the house also offered us a place where we could retire. An intimate, introverted, secluded place… and it is there where that patio that at the entrance of the house offered us the tops of the trees to welcome us, now welcomes us with three powerful concrete walls to give us a patio, a place of classic transition that We have admired so much.

A beautiful granite grandstand seeks to facilitate the events that may happen there, from the joy of the group to the moment of loneliness. This is how we like to think of this project, from its routes, transitions, and spaces “between”.
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CASA EN NIGRAN
Vigo 2020

ARQUITECTOS CASTROFERRO ARQUITECTOS
COLABORADORES JOANA COVELO ALONSO
JACOBO PÉREZ CASTIÑEIRAS
ALBA TEIGA GUZMÁN
LAURA VÁZQUEZ SEOANE
ARQUITECTO TÉCNICO ADEGA DA COSTA GONZÁLEZ

Siempre hemos sentido un especial interés por las transiciones, los acontecimientos que suceden entre dos actos. Esos momentos que, en estos tiempos, suelen ser tratados como meros vacíos entre supuestos llenos.

Llegar al hogar.
Quizás este haya sido el hilo más importante que hemos seguido para desarrollar este proyecto, pensar la vivienda como un punto final de descanso al que se acaba llegando y es ese camino el que decidimos proyectar.
En cierto modo nos acompaña, aunque nos de rubor decirlo en alto porque son palabras muy altas, esa idea de la “promenade corbsusieriana”, la del proyecto como recorrido de secuencias sensoriales.
Así, describimos este proyecto desde su llegada donde previa percepción de su cierre rotundo, tosco y en cierta medida arisco para con quien le mira, al atravesar dicha barrera somos recibidos por tres copas de alcornoque, con su fina hoja mientras una losa de hormigón (ese material que hace de hilo conductor en todo el camino) nos protege.

Estamos en el umbral de la casa. Ese lugar protegido previo a la entrada pero que ya es parte de ella, de su arquitectura, uno de esos espacios de transición sobre los que tanta arquitectura se ha referenciado.
La puerta de pino, recordando las marcas que otras tablas han dejado en el hormigón, abre hacia un recibidor, convertido en pasarela.
Estamos ya dentro de la casa, recorriendo la pasarela que nos acompaña si miramos a la izquierda sobre el patio de los alcornoques o si miramos abajo a la derecha a un paisaje cercano de pequeños arbustos. Cada uno decidirá qué prefiere mirar.
Será la escalera, conexión de los tres niveles de la casa la que cierre ese primer ambiente de la casa, la zona del patio de alcornoques ha quedado atrás para, ahora, presentar la vivienda un nuevo aspecto de relación con el exterior es su lado oeste.
Será esta zona de relación con la parte oeste de la parcela la que podemos entender como final del recorrido que se inició, no sabemos donde, en el momento en que decidimos volver a casa. Un amplio salón, rotundo y claro, se abre a la zona lúdica de la parcela a través de unos ventanales que, enfatizados por la continuidad del suelo que llega a invadir la piscina, hacen que podamos vivir la casa con una extrema conexión con el exterior.
Como el ánimo es cambiante, más que nos pese, nos gustaba que la casa también nos ofreciese un lugar donde poder retirarnos. Un lugar íntimo, introvertido, recogido… y es ahí donde ese patio que en la entrada de la vivienda nos ofrecía las copas de los árboles para recibirnos, ahora nos recoge con tres potentes muros de hormigón para darnos un patio, lugar de transición clásico que tanto hemos admirado.

Una grada de hermoso granito busca facilitar los acontecimientos que ahí puedan llegar a suceder, desde el júbilo del grupo hasta el momento de soledad.
Es así como nos gusta pensar en este proyecto, desde sus recorridos, transiciones y espacios “entre”.
El proyecto en su materialización busca una deliberada rotundidad así como una escasa paleta de materiales, siendo el hormigón armado el que guie todo el proyecto con su marcado encofrado de tabla que, vemos replicada en el pino de las carpinterías y el cierre. Unas fantásticas piezas de granito resolverán el resto de situaciones, bien con una hermosa acanaladura cuando es fachada o bien, esa misma piedra en losas de gran tamaño resuelve los solados y aplacados de gran parte del interior de la vivienda.