GFA2, Fernandez-Abascal & Muruzabal . renders: © CHOIRENDER
“Three horizontal planes” is a proposal to transform the existing service building using a direct operation: three wooden platforms to observe the landscape of Fuente Dé.
The project concentrates on the building with the least architectural value. The three trays improve the relationship with notable adjacent buildings by Ángel Hernández Morales. The trays solve the difference in level changes and establish a dialogue with the dramatic landscape. The intervention continues via a reorganization of interior space and a new main façade set back from the current position. Simple subtraction actions include the dismantling of the existing façade, the demolition of partitions on the upper floor, and strategic demolitions on the lower floor. There are also small spatial operations such as a new lift, a large bench, and a new curtain wall. These specific interventions allow for the creation of clearer circulation, and a more permeable interior for enjoying wide views over the valley at all times. The intervention controls the work with powerful structural solutions that offer a richer interior space for the complex, and a new image in the territory.
The intervention focuses on a very simple idea. Instead of building a new viewing point and renovating the existing building, the current building is transformed into a viewing point itself. By using a unitary strategy, multiple problems are resolved, and the epic, ancient viewpoint over the rock, is recovered. This heroism is achieved with a laminated wood and CLT structure. The intervention is a pyramidal structure defined by three ribbed boards with characteristic wooden beams that reduce in section compared to the cantilever. It is a structure whose rigor and constructive sincerity allows easy assembly in this fragile environment. Wood infiltrates the interiors of the building, conceiving spaces that are as alpine as they are contemporary.
At a larger scale, the proposal establishes an order which reinforces the autonomy of each of the constructions that punctuate the picturesque landscape. The shelter with its inclined section, the cable station with its gabled roof, and the renovated horizontal viewpoint can together be seen as a small steep still life.
Three horizontal planes staggering over the valley, the lower platform exposes users to the valley and the rock surface of the mountain. The middle one allows the cafeteria to be expanded while dominating the horizon. And the upper platform harmoniously completes the whole. A reduced yet ambitious proposal to create a building-viewpoint over the Picos de Europa, three sober trays for enjoying the spectacular magic of Fuente Dé.
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GFA2, Fernandez-Abascal & Muruzabal y Estudio de Ingeniería DYNAMIS SL
Team:
Gabriel Fernández-Abascal, Guillermo Fernández-Abascal, Eduardo Fernández-Abascal, Floren Muruzabal, Angel Chamizo, and Benjamin Mitchell.
Images: CHOIRENDER
Graphic design: mutta
“Tres planos horizontales” es una propuesta que transforma el edificio de servicios existente a través de una operación directa: tres plataformas de madera para observar el paisaje de Fuente Dé. Una solución concentrada en el edificio de menor valor arquitectónico. Las tres bandejas mejoran la relación con los notables edificios contiguos de Ángel Hernández Morales, resuelven los diferentes cambios de nivel y establecen un diálogo con el dramático paisaje. La intervención continúa a través de una reorganización de los espacios interiores y de una nueva fachada principal, retranqueada respecto a la posición actual. Actuaciones sencillas de sustracción como el desmonte de la fachada, el derribo de tabiques en la planta superior y demoliciones estratégicas en la planta inferior. Pequeñas operaciones como instalar un ascensor, la colocación de un gran banco y la ejecución de un muro cortina. Intervenciones puntuales que permiten crear unas circulaciones más claras, un interior más permeable desde donde disfrutar en todo momento de amplias vistas sobre el valle. Trabajos controlados con soluciones estructurales potentes que permiten dotar al conjunto de un espacio interior más rico y generar una nueva imagen sobre el territorio. La intervención se centra en una idea muy sencilla. En vez de construir un nuevo mirador y reformar el edificio existente, se transforma el edificio actual en un edificio-mirador. A través de una estrategia unitaria se resuelven los múltiples problemas del conjunto y se recupera la épica el antiguo mirador volado sobre la roca. Esta heroicidad se consigue a través de una estructura de madera laminada y CLT. Una estructura piramidal definida por tres tableros nervados con unas características vigas de madera que reducen su sección en relación con el voladizo que cubren. Una estructura cuyo rigor y sinceridad constructiva permite un fácil montaje en este entorno frágil. La madera se infiltra en los interiores del edificio concibiendo unos espacios tan alpinos como contemporáneos. A nivel paisajístico, la actuación sobre el edificio de servicios permite dotar de autonomía a cada una de las edificaciones del conjunto. La propuesta establece un orden, actualmente inexistente, generando que cada una de estas construcciones califiquen el paisaje con un cierto pintoresquismo. El refugio con su característica sección inclinada, la estación del cable con su cubierta a dos aguas y el reformado edificio-mirador con su horizontalidad puntúan las montañas como un pequeño bodegón escarpado. Tres planos horizontales que se escalonan sobre el valle. La plataforma inferior expone a los usuarios al valle y a las superficies rocosas de la montaña. El plano intermedio permite ampliar la cafetería y dominar el horizonte. Y el plano superior remata el conjunto de manera armoniosa. Una propuesta reducida pero ambiciosa para crear un edificio-mirador sobre los Picos de Europa, tres bandejas sobrias para disfrutar de la magia de Fuente Dé.
