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unparelld’arquitectes

Reactivation of Plaza del Carme . Olot

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Shopping is an integral part of the street. Improving the vitality, comfort, and safety of the public space was done by fostering occupancy of closed shops and emphasizing relationships through the shop windows. That was the task developed on the street in the project, Good morning, Carme! (Olot, 2021). In a single year, 1000 m² of shops were opened and 120 m of façade were redesigned in a single square in the old town.

Changes in the consumption model have caused the centers of many cities to head into a sharp commercial decline. Based on the premise that the activity and character of the street depending on the façades and what happens behind them, the urban renewal of these spaces inevitably involved the mobilization of the bank of empty ground floor premises. The shop windows are where this relationship was established, with extensions into the outside with awnings and pedestal tables and into the inside with the products on display.

It was thus advisable to blur the borders between the public and the private, from a physical perspective and, especially, from a municipal management viewpoint. That was the starting point for the Good morning, Carme! the project, which united and went hand in hand with a collective hope: the revival of Plaça del Carme in the center of Olot. Traditional city planning was reconsidered, allocating 70% of the budget to the ground floors. The project also included the opening of the city’s Art School and the remodeling of a warehouse for a consumer cooperative. It is a project of projects, involving 3 developers and 8 shopkeepers.

The approach was similar to acupuncture, as a catalog of actions that add complexity and depth to the relationships between the street and the ground floors. This catalog considered planting deciduous trees to complement the façades, the lighting of the street from the perimeter and from the insides, converting empty openings into alcoves to exhibit sculptures from the Art School, and overhauling shop windows to endow them with the most transparency possible and bring them into dialogue with the street.

During the nine months that work lasted, the ‘Carme office’ was set up in the square, where we cooked up ideas on how to reactivate the space. This was the meeting point between neighbors, shopkeepers, owners, and technicians, who also took on the roles of facilitators, managers, and mediators. Dividing the project into stages ensured we could adapt it to any new needs detected.
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Dirección y localización
Plaça del Carme. Nucli antic. 17800 Olot

Arquitectos
unparelld’arquitectes: Eduard Callís, Guillem Moliner

Colaboradores
Clàudia Calvet, Xevi Rodeja, arquitectos
Quim Domene, artista visual
Simon Group, colaboración especial en la restauración de farolas
Socias de l’Artiga
Miquel Capdevila, cálculo estructura
Protir, proyecto de instalaciones
Grupo Noria, estudio luminotécnico
Xevi Pujol, asesoramiento vegetación
Museu de la Garrotxa
Servicios técnicos del Ajuntament d’Olot, Dinàmig y Sigma
Plan de ocupación local
Concejo de barrio del Nucli Antic
Vecinos y comerciantes de la plaza
Salvi Capellà
Joan Mallart

Promotor
Ajuntament d’Olot, Cooperativa l’Artiga, Escola d’Art d’Olot

Constructor
Construccions Pere Boada Comas, Grederes 2.0, Trasplantaments Sant Iscle, obra civil y jardinería
Elèctric Jomi, Montolivet Instal•lacions, Grau Sistemes Tèrmics, instalaciones
Plantalech, Serralleria Jordi Cullet, cerrajería
Fusteria Esfèric, Fusteria Esteve Baqué, Fusteria Jordi, carpintería
Soy & Soy, pintura
Rètols Mateu, RetMiq, rotulación
Magatzems Olot, Collell protecció solar, equipamiento textil
Viguet Canal, Fiosa, Reine, Codispe, FV Seguretat, equipamiento comercial

Autor de las fotografías
José Hevia, Roger Serrat-Calvó

Superficie
1.750 m²

Presupuesto Ejecución Material
390.000 €

Fechas proyecto
2020-2021

Fechas obra
2021

El proyecto aglutina y acompaña una ilusión colectiva: la reactivación de la Plaça del Carme, en el centro de Olot. Reformula el encargo de urbanización tradicional, apostando por las plantas bajas, primordiales para la vitalidad, confort y seguridad del espacio público. Engloba también la apertura de la Escuela de Arte a la ciudad y la puesta a punto de una nave para la cooperativa de consumo L’Artiga. Es un proyecto de proyectos, con 3 promotores y 8 comerciantes.

Dinamizar las plantas bajas, mejorar el confort urbano y poner en valor el patrimonio son los principales propósitos de la intervención. Se aborda desde la acupuntura, como un catálogo de acciones que dan una nueva vida a lo que ya existe. Se prioriza el aprovechamiento de elementos existentes en el lugar o en almacenes de la brigada, Escuela de Arte y Museu de la Garrotxa. Este catálogo contempla vegetación, iluminación, hornacinas, escaparates y sistema expositivo para la cooperativa de consumo L’Artiga.

El arbolado caducifolio cambia la configuración del espacio, ahora más abierto y presidido por el conjunto de los claustros del Carme. El pavimento se repara con las losas extraídas de la apertura de alcorques, hasta la última pieza.

El alumbrado es perimetral, desde el exterior y el interior de locales. Se utilizan recursos como la iluminación puntual de elementos, baño tenue como telón de fondo, luz de hornacinas y escaparates o restauración y equipamiento de farolas existentes. Esta última operación es fruto de colaboración de Simon Group y la intervención del artista visual Quim Domene que plantea un estampado basado en las indianas, motivo de la fundación de la Escuela de Arte en el siglo XVIII.

La Escuela de Arte se abre a la ciudad destapiando tres grandes arcadas y reorganizando la planta baja. Ahora el taller de serigrafía y grabado da a la calle y se muestran tres esculturas de Miquel Blay: L’Educació, Al•legoria de Madrid y La Llei. Las hornacinas se equipan de fondo escenográfico con falsa perspectiva y “cielo”. Esta intervención tiene una réplica en las tres ventanas del altillo de una tienda, donde se da respuesta a un problema habitual: las plantas primeras de almacén opacas. Se apuesta por la transparencia máxima de los escaparates de locales, retirando vinilos, reorganizando mobiliario e instalando rótulos de neón.

La cooperativa L’Artiga ocupa una antigua nave industrial, con la colaboración activa de las socias. La operación incluye instalaciones mínimas, mejora de la relación con la calle y un sistema de mobiliario económico basado en perfil de ángulo ranurado y tela. Una sala-graderío para actos sociales comunicará, en un futuro, con el Passeig de la Muralla, convirtiendo el local en un pasaje.

Durante los nueve meses que dura la obra se establece en la plaza «l’oficina del Carme», donde se cocina la reactivación del espacio. Éste es el punto de encuentro entre vecinos, comerciantes, propietarios y técnicos. La división del proyecto en fases permite ajustarlo a las necesidades detectadas. En un año se abren 1000m² comerciales y se activan 120m de fachada.