Roger Sauquet . Berta Fusté . Antoni Millson . fotos: © José Hevia
Pequeña ampliación de una casa obrera de principios de siglo XX en Sabadell (Barcelona). Es de una configuración típica: entre medianeras con un ancho de parcela de 4 metros. La situación original presenta las transformaciones propias de estas casas en la fachada del patio interior: la cocina como un saliente estrecho, que aglutina baño y lavadero, pequeñas marquesinas y techumbres que impiden la entrada de luz en el interior. Además, esta casa había sufrido también una transformación en la fachada de la calle, puesto que se le había abierto una puerta de garaje.
La propiedad, una pareja joven, quiere mantener el garaje en la fachada de la calle, pero mejorar el espacio del conjunto comedor + cocina + sala de estar que da al patio interior. La intervención consiste, pues, en mantener la volumetría existente de la casa en cuanto a primera planta y cubierta y ampliar la planta baja agotando la profundidad edificable de 22 metros, derribando los volúmenes irregulares de la fachada del patio interior.
La nueva volumetría se concibe como una caja rígida de pilares y jácenas metálicas que quedan embebidas en paredes y techos. La rigidez es necesaria para arriostrar de nuevo horizontalmente las fachadas traseras, riostra perdida en el momento de derribar los volúmenes del patio. Perceptivamente, la rigidez desaparece en el interior al quedar la estructura metálica empotrada en las paredes de obra y cal y en los intradoses de madera CLT del techo. Este espacio tubular se abre totalmente al exterior con una carpintería enrasada a sangre con los límites construidos. La perfección de esta ampliación contrasta con las irregularidades de la obra antigua, de vigas de madera y bovedillas manuales y paredes de obra vista. Al mismo tiempo, para mantener esta lectura del crecimiento por etapas de la casa, se practica un lucernario lineal, de medianera a medianera, justo donde termina la casa antigua y comienza la nueva; un lucernario muy necesario para iluminar la parte central de la casa. En cuanto al pavimento, se aprovecha la solera de hormigón pulida como acabado, porque mejora las condiciones de inercia térmica de la nueva construcción y da una unidad entre las distintas partes y fases de la casa. En la primera planta, este volumen es una terraza aprovechable desde una de las habitaciones.
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Calle Gurrea, Sabadell.
Autores: Roger Sauquet, Berta Fusté, Antoni Millson