A tiny farm cottage is ment to be come into an occasional appartment through a complete rehabilitation. In this small intervention crystallizes an attitude that seeks to identify rural morphologies and join them at the rate of development of this environment. Urban planning instruments can often endanger these morphologies, leading to the destruction of sometimes secular constructions by increasing building rights. Such is the case of this plot, intended to locate a three-story building that has nothing to do with the scale of the urban fabric of the town of Ojacastro. The owners’ sensitive criteria, together with the willingness of the City Council to allow the intervention, have managed to stop the degradation of this corner of the town avoiding the loss of heritage that would have ment the execution of the urban planning.
The inside is conceived as an habitable piece of furniture: a light balloon-frame house is built, filling the space between the massive stone walls. Reduced surface requires the entire house program to be developed in a single space. Foldable furniture, a wall bed, a kitchen hiding wardrobe, storage, home appliances… All of them hidden in the thick walls, but ready to be used when ever needed. Living room is easily transformed into the dining room and then again into the bedroom.
Regarding the construction, the stone walls are kept and strengthened, so are roof tiles. Seriously harmed wooden framework of the roof is replaced by a similar fishbone-shaped ceiling made out of laminated timber beams.
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⦁ Nombre completo del proyecto: Transformación de antiguo almacén de aperos en vivienda rural.
⦁ Datos de situación: Ojacastro, La Rioja, España. Calle La Paloma.
⦁ Estudio: MAAV: Adrián Martínez Muñoz y Guillermo Avanzini Alcibar
⦁ Colaboradores: Enrique Uyarra (Constructor), Victor M. Sánchez (Carpintería).
⦁ Promotor/ Propietario: Rocío Avanzini y Germán Barbier.
⦁ Fotógrafo: Guillermo Avanzini Alcibar
⦁ Presupuesto de Ejecución Material Total: 83.000€
⦁ Coste/m2: 2.075€/m2
⦁ Superficie construida: 40 m2
⦁ Fecha de finalización de la obra: 31/01/2020
Una mínima cabaña de aperos abandonada hace años es objeto de rehabilitación y transformación en vivienda ocasional. En esta intervención cristaliza una actitud que procura identificar las morfologías rurales e incorporarse a ellas al ritmo del desarrollo propio de este medio. Con frecuencia los instrumentos de planeamiento urbano ponen en peligro estas morfologías, propiciando la destrucción de edificios, en ocasiones seculares, por la vía del incremento de edificabilidad. Tal es el caso de esta parcela, destinada a ubicar un edificio de tres plantas que nada tiene que ver con la escala del tejido urbano del pueblo de Ojacastro. La sensibilidad del criterio de los propietarios, junto a la buena disposición del Ayuntamiento para permitir la actuación, han conseguido frenar la degradación de este rincón del pueblo evitando la pérdida patrimonial que habría supuesto la ejecución del planeamiento. El interior se concibe prácticamente como un mueble habitable: se construye una ligera casa de madera ocupando el hueco entre los masivos muros de piedra. La reducida superficie obliga a desarrollar todo el programa en un espacio único. Muebles plegables, una cama abatible, un armario que guarda una cocina, espacio de almacenamiento, electrodomésticos, todo ello oculto en las gruesas paredes, pero listo para ser utilizado en cualquier momento. Respecto a la construcción, se mantienen los muros de piedra, consolidándolos, así como las tejas originales. El entramado de madera de la cubierta, en muy mal estado, se sustituye por otro de madera laminada igualmente dispuesta en espina de pez.