RipollTizon . fotos: © José Hevia
The house is situated in a neighbourhood comprising primarily detached single-family homes. The site occupied by the house is situated at a higher elevation in relation to the rest of the residential street. The site orientation allows for it to enjoy good views out.
Due to being a compact site, we decided to minimise the footprint of the building and tuck it away in the corner of the plot, freeing up the rest of the ground for a well-oriented garden.
The result is a square ground plan divided into four quadrants of varying sizes organised around a void with a feature staircase in it. The living spaces are organised in a fluid manner at split levels moving from public areas connected with the garden level to more private areas at the higher levels.
The structure of the building visualised in exposed reinforced concrete informs the character of the interiors and acts as a driver of the formal language.
Externally, the building is presented as a monolithic piece of construction, with the envelope punctured with elements of different size and scale responding to orientation and to the spatial requirements inside. In contrast to the fluid and dynamic interior the exterior of the volume is presented in a more neutral formal language.
This approach allows for the showcasing of the material’s inherent aesthetic along with the construction techniques, becoming an enduring image for the house.
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Autores: Pep Ripoll – Juan Miguel Tizón
Colaboradores: Pablo García (arquitecto)
Erik Herrera (arquitecto)
Aparejador: Toni Arqué
Cálculo de Estructura: Jorge Martín Ortega
Fotografía: José Hevia
Promotor: Privado
Superficie: 243,46 m2 (sobre rasante)+ 182,86 m2 (sótano)
La casa se sitúa en el límite de Son Puig, una urbanización ubicada en la periferia de la ciudad cuyo uso mayoritario se destina a viviendas unifamiliares aisladas. El solar que ocupa la vivienda está situado en una esquina elevada con respecto a la calle y disfruta de buenas vistas coincidentes con una buena orientación. El proyecto debe agotar la edificabilidad máxima permitida para resolver un programa de cuatro dormitorios, tres baños, comedor, estar familiar, estudio y otras dependencias auxiliares. Debido a la ajustada superficie del solar se decide compactar la edificación y posicionarla en una esquina para liberar al máximo la superficie de jardín bien orientada. Como resultado de esta estrategia surge una vivienda de planta casi cuadrada, concentrada y dividida en cuatro cuadrantes de diferente tamaño que giran alrededor de un vacío central donde se ubica la escalera. La vivienda es resultado de un ejercicio de concentración funcional y estructural. La estructura, resuelta en hormigón armado, genera el espacio de la vivienda, caracteriza el interior y determina muchas de las decisiones formales adoptadas. Las estancias se organizan en diferentes niveles y se relacionan de una manera fluida y dinámica según una secuencia que establece diferentes grados de intimidad a medida que se asciende, pasando de las áreas públicas, relacionadas con el nivel del jardín, a las privadas dispuestas en niveles superiores. El interior dinámico de la vivienda contrasta con la neutralidad exterior del volumen. La construcción se presenta como una pieza compacta de carácter monolítico cuya envolvente exterior se recorta con huecos de diferente tamaño y profundidad, regulados según orientación y programa. Tanto la estructura como la mayoría de los materiales utilizados en la construcción quedan a la vista y sin revestir, buscando de algún modo poner en valor la sinceridad estructural y constructiva, y que ello forme parte de la imagen final de la vivienda.