Una de las características principales del casco histórico de Badajoz es la vibrante uniformidad del tejido urbano. Una amalgama de construcciones, en general sencillas. Una sucesión extensa de edificaciones, de en general dos y tres plantas, coronadas por pequeñas cubiertas, azoteas y patios que colmatan manzanas delimitadas por estrechas calles.
Un muy largo período de ocupación de estos terrenos urbanos, que se extiende por todos los períodos históricos de la ciudad, ha dado como resultado la trama de calles en torno a densas manzanas. En la composición de cada manzana puede comprobarse cierta aleatoriedad compositiva que responde a acciones espontáneas de crecimiento en una adición sucesiva de pequeñas piezas una a una.
Estas cualidades de densidad de la trama y de vibración aportada por la individualidad de las construcciones, todas diferentes, todas similares, son las que se quieren conservar. Reproducir literalmente todo eso en una promoción nueva sin caer en el pastiche ni en la seriación repetitiva, que aquí puede resultar artificial, entraña cierta dificultad. Además tratándose de vivienda pública se presupone una contención del gasto, tanto en la construcción como en el posterior mantenimiento, lo que se traduce en soluciones racionales (dimensionamiento, construcción…). Treinta y cinco viviendas son muchas para ser construidas desde la individualidad, y al mismo tiempo constituyen una promoción pequeña que a nuestro entender no justifica la introducción de una singularidad en la trama existente.
Así, lo que se propone es una solución de continuidad de la trama residencial existente. Se adopta la solución de manzanas compactas, alineadas sobre la prolongación de calles existentes. Manzanas compuestas por viviendas que reproducen el tipo ya existente en este sector este del tejido histórico. Cada una individual, cada una con acceso desde la calle, construidas todas entre medianeras. La adaptación a la topografía ascendente hacia el noroeste y el tratamiento formal de las cubiertas completan la imagen de integración en el barrio.
Las cubiertas son tan protagonistas como las fachadas en la imagen del proyecto. El asiento en pendiente de las viviendas y el dominio visual respecto del área que se tiene desde la muralla y la torre de Espantaperros hacen que la composición de las cubiertas se considere esencial. Y así es cómo las cubiertas, con sus faldones de teja, adoptan la forma de pliegues y discontinuidades del resto de manzanas de El Campillo. El objetivo principal es la integración de la extensión de tejido propuesto en la imagen de heterogeneidad propia del barrio histórico intramuros.
Las viviendas se ordenan en cuatro manzanas formadas por dos crujías de viviendas alineadas y un vacío central. El vacío central (de 3,0 a 4,50m) aporta ventilación cruzada, iluminación y uso de patio privado a las viviendas. Estos vacíos se dimensionan con la lógica compacta del barrio. Las viviendas proyectadas viven la misma compresión que el resto de la trama. Una disposición compacta en la que el patio mínimo recibe asoleo y se abre a las vistas por la adaptación de la ordenación a la pendiente.
La repetición del módulo de vivienda tipo aporta la racionalidad constructiva, mientras que la composición en torno a los vacíos de los patios, el asiento en al topografía y la forma de las cubiertas resuelven no sólo la adaptación geométrica sino que además aportan las cualidades de confort, calidad ambiental e integración tipológica del proyecto en el emplazamiento histórico.
Como contraste, el perímetro delimitador al norte de la trama urbana lo constituyen elementos monumentales de gran escala, la torre de Espantaperros y los muros de la alcazaba sobre el cerro de la Muela, los terraplenes y lienzos del Baluarte con la puerta de Mérida.
Como estrategia de ordenación, las manzanas proyectadas se disponen en continuidad con la trama al sur del ámbito de intervención y se cede el máximo espacio al norte, a los pies del conjunto monumental.
Este espacio libre se urbaniza en prolongación a los bordes ya recuperados (LPP y viario de la Unidad de Actuación 1.1). Con los mismos criterios de configuración y texturas para conseguir un ámbito unitario que funcione como base de paisaje a los monumentos.
Se considera innecesario el incluir elementos arquitectónicos en este ámbito, pues competirían con las preexistencias y podrían contaminar el carácter de sobria solidez del conjunto. Sí se propone mantener el trazado de límites de viario mediante la prolongación de muros que resuelven los resaltos consecuencia de explanar suavemente el espacio libre. De esta manera la estrechez de las calles se lee hasta el final de su trazado a los pies de la torre.
Se proponen sistemas constructivos tradicionales, respetando la imagen del barrio y las ordenanzas municipales e instrucciones del PEPCH.
Los sistemas constructivos junto con la propia ordenación y organización del programa de las viviendas persigue favorecer:
_el mantenimiento sencillo de lo construido
_la consecución de confort interior primando lo pasivo frente a lo mecánico (inercia térmica, ventilación cruzada favorecida por gradientes de temperatura, iluminación natural, ventilación natural).
_el sentido de pertenencia mediante una imagen reconocible, doméstica e integrada en las trazas del arrabal oriental.
_la integración de un programa variado, mediante variaciones puntuales del tipo, para facilitar la convivencia intergeneracional, de residentes diversos con necesidades dispares que enriquecen la comunidad.
Como ejemplos concretos de lo anterior:
_el acceso resuelto a cada vivienda desde la calle
>se simplifican las gestiones y costes de mantenimiento de una comunidad de vecinos pequeña al prescindir de ascensor sin renunciar a que las viviendas sean accesibles
>los garajes se proyectan también accesibles, a pesar de estar ubicados en sótano la diferencia de cotas permite accesos a cota desde las calles
_la composición fragmentada que favorece las condiciones de asoleo e iluminación de una parcela orientada norte-sur en su alineación exterior.
_los patios que enriquecen las condiciones ambientales de las viviendas mediante fuentes de luz, aire y expansión privada de las unidades de planta baja con fachada exterior a cota de calle.
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