Lagula Arquitectes . photos: © Adrià Goula
Marlet 1 is a new engraving, the last one written over its previous traces. It is a palimpsest that gathers the history of the plot. The plot is located in the central area of Ciutat Vella, the Old Quarter, in Barcelona. It is circumscribed by the first walls of the Roman city and the successive realities that are still visible throughout the building.
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Marlet 1 is the archeology that leads from the primitive Roman city to the Jewish Quarter in Barcelona. Next to the city’s Major Synagogue and originally erected as an infirmary to attend the poor and travelers, the building still maintains a 1314 commemorative plate in honor to the rabbi that founded it. On top of it, the medieval city deposits its own traces, up to the level reached by the present building, a restrained and solemn construction from the 19th century.
Marlet 1 is a part of History, it is archeology, it is preservation, it is the care to preserve and make visible everything that happened there. But at the same time, it is technology, innovation, sustainability and the freshness that will contain whatever happens tomorrow. It is a proposal to adjust today’s lifestyle within a historical environment built in the past.
Marlet 1 is a multi-family high end housing project. It is a unique and incomparable case in the city of Barcelona. A renovation project that exhibits the original categorical condition of the building. While it safeguards its spaciousness, its high and precious woodwork ceilings, the large windows filtering the Mediterranean light, its majestic balconies and attic terraces to enjoy Barcelona’s mild climate; it also proposes a new dynamic way of inhabiting where design, technology and refinement coexist with the good things from the old days.
Marlet 1 es un nuevo grabado, el último escrito sobre las huellas de los anteriores. Es el palimpsesto que recoge la historia de este solar, ubicado en el Sector Central de la Ciutat Vella de Barcelona, delimitado por el primer cinturón de murallas que ocupó la ciudad romana desde su fundación y a la que sucesivamente se fue añadiendo nuevos renglones de realidad, todos ellos aún palpables hoy a través del rastro que aflora del ancestro pergamino que es el edificio. Marlet 1 es la arqueología que lleva desde esa ciudad romana primigenia a la judería de Barcelona, en la que se erigió la casa de acogida de enfermos, pobres y viajeros cuya placa conmemorativa de 1314, al rabino que la fundó, aún se conserva en el edificio, junto a la Sinagoga Mayor de Barcelona. Y sobre ella sedimenta la ciudad medieval que casi llega a la cota en la que se encuentra el edificio actual, una sobria y solemne construcción de finales del siglo XIX. Marlet 1 es historia, es arqueología, es conservación y restauración, es el mimo por preservar y hacer visible todo lo que pasó pero también es la tecnología, la innovación, la sostenibilidad y la frescura que sostendrá lo que pasará. Es proponer la vida de hoy en el ambiente de lo de ayer. Marlet 1 es un edificio plurifamiliar de viviendas de alto standing, un caso singular e irrepetible en la ciudad de Barcelona. Una rehabilitación que exhibe la potencia y la rotundidad del edificio original, la amplitud de sus espacios, sus altos techos artesonados con vigas de madera, sus grandes ventanas por las que se filtra la luz del mediterráneo y sus señoriales balcones y azoteas donde disfrutar del benévolo clima de la ciudad. Pero también es un nuevo proyecto que propone una manera de habitar contemporánea, dinámica y limpia, donde el diseño, la tecnología y la sofisticación de nuestros días, conviven y contrastan con las buenas cosas de siempre.
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Primero, cuéntanos un poco sobre la historia y la ubicación del edificio de Marlet 1.
Marlet 1 es un nuevo grabado, el último escrito sobre las huellas de los anteriores. Es el palimpsesto que recoge la historia de este solar, ubicado en el Sector Central de la Ciutat Vella de Barcelona, delimitado por el primer cinturón de murallas que ocupó la ciudad romana desde su fundación y a la que sucesivamente se fue añadiendo nuevos renglones de realidad, muchos de ellos aún palpables hoy a través del rastro que aflora del ancestro pergamino que es el edificio.
Marlet 1 es la arqueología que lleva desde esa ciudad romana primigenia a la judería de Barcelona, en la que se erigió la casa de acogida de enfermos, pobres y viajeros cuya placa conmemorativa de 1314, dedicada al rabino que la fundó, aún se conserva en el edificio, junto a la Sinagoga Mayor de Barcelona. Y sobre ella sedimenta la ciudad medieval que casi llega a la cota en la que se encuentra el edificio actual, una sobria y solemne construcción de finales del siglo XIX.
Marlet 1 es historia, es arqueología, es conservación y restauración, es el mimo por preservar y hacer visible todo lo que pasó pero también es la tecnología, la innovación, la sostenibilidad y la frescura que sostendrá lo que pasará. Es proponer la vida de hoy en el ambiente de lo de ayer.
Marlet 1 es un edificio plurifamiliar de viviendas de alto standing, un caso singular e irrepetible en la ciudad de Barcelona. Una rehabilitación que exhibe la potencia y la rotundidad del edificio original, la amplitud de sus espacios, sus altos techos artesonados con vigas de madera, sus grandes ventanas por las que se filtra la luz del mediterráneo y sus señoriales balcones y azoteas donde disfrutar del benévolo clima de la ciudad. Pero también es un nuevo proyecto que propone una manera de habitar contemporánea, dinámica y viva, donde la limpieza del diseño, la tecnología y la sofisticación de nuestros días, conviven y contrastan con las buenas cosas de siempre.
¿Cuál era tu visión global para el proyecto?
En realidad, en este trabajo en concreto la visión te la da el contexto. Es tal el peso del rastro, tanto físico como simbólico, que nuestra visión fue desde un inicio la de ponernos al servicio de “la momia” (como llamamos al edificio en el estudio), y llevarla a buen puerto. Reanimarla, curarle las heridas, ponerla en forma y bien guapa para ir al baile.
¿Cuál crees que ha sido el mayor reto hasta ahora?
En Marlet 1 paradójicamente, hay un reto tecnológico de primer orden. Ser tan honestos y tan respetuosos con el edificio original y su contexto ha implicado tener que elaborar un proyecto de rehabilitación muy detallado en el que se ha buscado la mejor solución a cada problemática. Siendo muy específicos y aplicando la solución tecnológica más óptima a cada caso a fin de no desvirtuar la potencia y lógica original del edificio.
Pero ese no ha sido el mayor resto, en realidad. El mayor reto ha sido el de mantener hasta el final la visión global de la que hablábamos antes, seguir al servicio de “la momia” por encima de todas las cosas. Eso, a nosotros como diseñadores nos ha exigido un esfuerzo de contención enorme, ser muy claros y esenciales en nuestras soluciones para conseguir el nivel de excelencia que requiere el proyecto y llegar al grado de sofisticación que se pretendía, pero intentando en la medida de lo posible que la mano del arquitecto casi no se vea. Sólo cuando se llega a cierto grado de madurez en la profesión, uno es capaz de implicarse de una manera tan intensa en un trabajo para luego desaparecer sin hacer ruido y sentir que se ha hecho lo correcto.
¿De qué tamaño es el equipo que trabaja en este proyecto y cómo se divide?
Puede sonar idealista, pero en el estudio no nos hemos tomado el proyecto como un trabajo sino como un desafío. Los cinco socios hemos estudiado en la ciudad y hemos paseado por esas calles del Call muchas veces, en algunos casos a altas horas de la madrugada…, así que de alguna manera nuestra implicación emocional con el lugar y con el proyecto ha sido difícil de desvincular en muchos momentos del proceso. Nuestro primer estudio se ubicaba en un edificio similar junto a la Plaça del Pí, así que somos viejos conocidos del barrio.
También ha sido un motor el agradecimiento que hemos sentido por Arc Properties al confiar en nosotros para tirar adelante un proyecto tan singular y emblemático como éste.
Con todo ello, quiero decir que los medios que se han destinado al proyecto y la dirección de obra han sido muchos, muchos más de lo habitual en estos casos. Hemos llegado a trabajar simultáneamente 15 técnicos en el proyecto, en los momentos de mayor intensidad.
El trabajo en Marlet 1 se ha dividido en:
1 socio fundador de la empresa que es especialista en cálculo de estructuras, 5 arquitectos sénior especializados para el trabajo de proyecto de despacho, 3 ingenieros superiores para el cálculo y supervisión de las instalaciones, 2 aparejadores para la elaboración de documentación técnica y dirección de ejecución de las obras y yo como director de proyecto y obra.
¿Cómo encaja la filosofía de Lagula en la creación de esta promoción de obra nueva?
Pues estupendamente. Nosotros encajamos bien allí dónde se requiera nuestra participación y se esté dispuesto a hacer las cosas bien. Nuestra filosofía no es otra que la de dar un servicio con la mayor profesionalidad que sepamos y hacerlo de modo entusiasta. Y uno sólo se apasiona con lo que le gusta y en lo que cree.
Se han cuidado mucho los detalles de los accesorios. ¿Cómo decidiste qué acabados usar y qué fuentes usaste?
Sí, esa ha sido una de nuestras obsesiones. Dado que estratégicamente creíamos que el diseño debía ser discreto y al servicio del edificio original, cada detalle, cada entrega, cada material, se ha convertido en una decisión crucial. Claro, por mucho respeto y mimo que hayamos tenido por el edificio original, con eso no vale, era fundamental aportar algo más (que en realidad es mucho más). Marlet 1 te hace sentir especial cuando lo habitas y eso es lo que destila de cada solución constructiva y de cada detalle. Digamos que en vez de optar por la arquitectura como espectáculo, en este caso hemos optado por la arquitectura como experiencia.
Las fuentes de las que bebemos en este estudio, no son las de las revistas o las de las últimas tendencias, son las de toda la vida. Nuestra fuente es ir por la vida con los ojos muy abiertos y con esa actitud llevamos ya muchos años en esta ciudad, en Marlet 1 hay un pedazo de Barcelona en cada rincón.
¿Cuál crees que es el principal atractivo de los apartamentos de Marlet 1, tanto para los compradores extranjeros como para los locales? ¿Qué hace que estos apartamentos sean únicos?
Al margen de nuestro trabajo, Marlet 1 es un activo en sí mismo. Su ubicación es excepcional, está en el punto en el que se origina la ciudad, eso ya es impagable. Pero además tiene algo que lo hace único. Los edificios de la zona suelen dar a calles muy estrechas y tener poco fachada, pero Marlet 1 por su naturaleza se ubica en un morro de la fábrica urbana y por ello tiene 3 fachadas, algo muy poco habitual en la zona. Y por si ello fuera poco en cada una de las fachadas tiene una singularidad que hace que las condiciones de habitabilidad (luz y ventilación) sean inmejorables en la zona. Una fachada se abre una calle en diagonal que permite la entrada de luz, en otra la edificación de en frente se retira a partir de la planta baja con lo que la caja de calle es más grande de lo habitual en el gótico y delante de la tercera se abre una pequeña plaza.
¿Por qué crees que los apartamentos de Marlet 1 son una buena oportunidad de inversión a largo plazo?
En esencia porque ninguno de sus activos principales puede devaluarse. La zona es tan especial y codiciada que sólo puede aumentar su valor. Tal y como cuidan los ayuntamientos los centros históricos de sus ciudades, es impensable una decadencia del Casco Antiguo de Barcelona, sólo cabe pensar en mejoras. Y su otro gran patrimonio es el edificio, podría haberse hecho otro tipo de rehabilitación menos comprometida buscando simplemente obtener el máximo beneficio económico de las viviendas y olvidarse, pero en este caso, la rehabilitación es integral y con todas las garantías, está mal que lo diga yo, pero la fiabilidad de la finca es absoluta. Además a nivel tecnológico el edificio dispone de los últimos avances y se ha concebido para actualizarse y acomodarse a los nuevos tiempos de modo directo, sin obras importantes.
¿Cómo imaginas que serán las futuras tendencias de diseño arquitectónico en Barcelona en los próximos 5 años más o menos?
Como decíamos antes, no entendemos mucho de tendencias. Más bien sospechamos de ellas, por su carácter temporal. No nos parece aconsejable, y ni siquiera lícito, asociar cosas que están pensadas para durar tanto tiempo y que cuestan tanto dinero como los edificios a algo tan voluble e insustancial como una moda pasajera.
Por ello creemos que en los próximos 5 años y en los otros 50 que vengan, lo más excelso, lo más valioso y sofisticado seguirá siendo, como hoy, lo mejor construido, lo más honesto y lo más atemporal.