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Lacol

La Raval Housing Cooperative . Manresa

Lacol . photos: © Adrià Goula

La Raval is a housing cooperative based on a right-to-use model, located on municipal land in the historic center of Manresa. It represents an alternative model characterized by collective ownership and a non-speculative nature. The project is self-promoted by its future residents, who share a desire for a more communal and shared way of life. These core concepts, along with the cooperative’s commitment to activating and regenerating its surroundings, are central to the architectural design.

The building is organized around a small central courtyard, which serves as the core of communal life and around which circulation is arranged. From the entrance, one can observe how the courtyard connects to the ground floor and ascends, accompanied by an open staircase and generous circulation paths, all the way to the roof. An exterior evacuation staircase provides double circulation, allowing the interior staircase to remain open and to illuminate the courtyard laterally along its entire height.·
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Collaborators: La Dinamo (project manager), Societat Orgànica (environmental consultancy), M7 (engineering), Estudi m103 (structural engineering), Arrevolt (cost control and DEO – Project Execution Management), Àurea Acústica (acoustic consultancy)
Completion Year: 2024
Client: La Raval Housing Cooperative
Location: Plaça de l’Hospital 10, Manresa
Area: 1989m²

La Raval es una cooperativa de vivienda en cesión de uso ubicada un suelo municipal en el centro histórico de Manresa. Es un  modelo alternativo, de propiedad colectiva y carácter no especulativo,  auto-promovido por los futuros habitantes con deseo de una vida más compartida y comunitaria. Estos conceptos deben reflejarse en la arquitectura, a la vez que la voluntad de la cooperativa de  participar de la activación y regeneración de su entorno.  El edificio, compacto y articulado alrededor del atrio central, se entiende como una infraestructura que interactúa en la esfera social según diferentes grados de comunidad (barrio, cooperativa, núcleo familiar) que genera vivienda pública a bajo coste y alto confort.
El solar se encuentra en el centro histórico de la ciudad, caracterizado por viviendas vacías y deterioradas. Esto representa una oportunidad para revitalizar el centro, fortalecer la comunidad y contribuir a su rehabilitación. El proyecto parte de la redacción del proyecto urbanístico necesario para edificar. Se trabaja una volumetría compacta que se repliega en sí misma para generar un pasaje que conecte en un futuro próximo la “plaza del Hospital” con una nueva zona verde. Desde el urbanismo se contribuye en facilitar una estrategia climática potente.
El grupo impulsor busca equilibrar la vida comunitaria y privada. Se trabaja la comunidad cómo un potencial y se concibe el edificio como una "casa grande" y transitando hacia lo privado con filtros y diversos niveles de intimidad. El programa de vivienda se complementa con espacios comunitarios distribuidos estratégicamente, compensando su tamaño reducido. La planta baja establece la relación con el barrio con una sala polivalente y un local gestionado por la cooperativa. En la primera planta se encuentra el espacio comunitario principal la cocina-comedor con capacidad para 40 personas y terraza exterior, y en la quinta planta hay un jardín de invierno (invernadero) que da acceso a una gran terraza con vistas a Montserrat.
El edificio se organiza alrededor de un pequeño patio central alrededor del que se organizan las circulaciones y es el núcleo de la vida comunitaria. Desde el acceso se observa cómo el patio conecta con la planta baja y asciende acompañado de una escalera abierta y generosas circulaciones hasta la cubierta. Se construye una escalera exterior de evacuación que permite dobles circulaciones y permite la escalera interior abierta, que iluminando lateralmente el patio en toda su altura.
Las cocinas de las viviendas son la pieza que transita entre la vida comunitaria y la privada mirando hacia al centro del edificio. Situadas en el acceso y con una apertura que da al patio, inician una concatenación de espacios que organiza la distribución de las viviendas, buscando las máximas diagonales para ganar amplitud, a pesar de las dimensiones contenidas de las estancias. Los usuarios han podido elegir, dentro de unas reglas de juego establecidas el número y distribución de habitaciones.
El proyecto afronta el desafío de ser construido en un contexto de precios elevados, con bajo presupuesto sin renunciar al confort. La idea de lo colectivo se extiende hasta el diseño climático, con estrategias pasivas que requieren usuarios activos e instalaciones centralizadas de alto rendimiento. Cuenta con un aislamiento exterior continuo de mortero proyectado de cal y corcho. El atrio actúa como espacio bioclimático, capturando o protegiendo del sol según la temporada. Se aprovecha la inercia térmica de los materiales constructivos para tener un funcionamiento del conjunto estable. El edificio incorpora placas fotovoltaicas y aerotérmia con suelo radiante, logrando una calificación energética A y 0 emisiones de CO2. La reducción de costos se alcanzó con una construcción convencional de pilares y losas de hormigón, y cerramientos cerámicos. Los materiales quedan vistos en el interior, evitando capas innecesarias y dejando a las usuarias la posibilidad de mejorar acabados en el futuro.