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ansedequintans

Pi y Margall Housing Building . Vigo

ansedequintans arquitectos . photos: © Héctor Santos-Díez

The architectural proposal for the building aims to recover the idea of the classic facade composition in which, far from proposing an undifferentiated surface, timeless concepts such as base, body, and crowning come into play. The homogeneity in the arrangement of openings aims to recover the idea of proportion and composition independent of the interior use; in this way, the intention is for the facade to be part of the urban continuum, making an effort to show a careful and expressive composition towards the public space. The shadows produced by the displacement of the jamb plane, as well as the continuous horizontal sills that frame the different floors of the building, contribute to generating a language that gives depth and texture to the facade and links with the traditional proportions of the city’s facades.

The great challenge of the proposal is to combine the aforementioned approaches with precast concrete technology and the technical advantages that this entails. At a time when the building sector is having problems obtaining skilled labor in terms of masonry trades, it seems increasingly necessary to explore paths that offer new possibilities in line with the technological development we are achieving in Galicia and that allows us to erect a facade like that of this building in a month.·
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La propuesta arquitectónica del edificio pretende recuperar la idea de composición clásica de fachada en la que, lejos de plantearse un paño indiferenciado, entran a formar parte conceptos atemporales como basamento, cuerpo y coronación. La homogeneidad en la disposición de los huecos pretende recuperar la idea de proporción y composición independiente del uso interior; de esta forma, se pretende que la fachada sea parte del continuo urbano haciendo un esfuerzo por mostrar hacia el espacio público una composición cuidada y expresiva. Las sombras que produce el desplazamiento del plano de las jambas, así como los vierteaguas horizontales continuos que enmarcan las distintas plantas del edificio contribuyen a generar un lenguaje que da profundidad y textura a la fachada y que enlaza con las proporciones tradicionales de las fachadas de la ciudad.
El gran reto de la propuesta es aunar los planteamientos anteriormente descritos con la tecnología del prefabricado de hormigón y las ventajas técnicas que esto supone. En un momento en el que el sector de la edificación está teniendo problemas para conseguir mano de obra cualificada en lo que se refiere a oficios de albañilería, cada vez parece más necesario explorar caminos que ofrezcan nuevas posibilidades acordes con el desarrollo tecnológico que estamos alcanzando en Galicia y que nos permite levantar una fachada como la de este edificio en un mes.
Se trata de un edificio entre medianeras con fachadas a la calle (Este) y a un patio de manzana (Oeste). Consta de planta baja, cuatro plantas de piso, una planta bajo cubierta y dos plantas de garaje. A partir de planta tercera, se supera en altura a los edificios que están al otro lado del patio de manzana, consiguiendo vistas lejanas a la ría por encima de los mismos.
Esta característica genera una dualidad dentro del edificio, dando lugar a una inversión en la considerada como fachada principal. De esta forma, las plantas primera y segunda se organizan en cuatro viviendas por planta, dos a cada fachada, de dos y tres dormitorios. Las plantas tercera y cuarta se dividen en tres viviendas de tres dormitorios cada una, dos de ellas pasantes y la tercera, en el centro, con fachada solo al patio. La planta bajo cubierta se divide en dos viviendas pasantes, con terrazas a cada orientación. Las viviendas de las plantas altas vuelcan sus espacios comunes y de estar a la fachada trasera, esto es, a las vistas.
La volumetría resultante en cubierta surge del máximo aprovechamiento permitido por el planeamiento urbanístico, liberando los frentes de fachada para generar dos terrazas en cada vivienda de la última planta, una pequeña de servicio a los dormitorios en contacto con la calle y una más amplia, extensión del salón-comedor-cocina en la fachada orientada hacia el mar.
En planta baja se ubica una última vivienda, orientada al patio de manzana. Esta planta se colmata con los portales de acceso a viviendas y al garaje, así como a trasteros y cuartos de instalaciones.
Por las dimensiones de la parcela, las plantas sótano, destinadas a garaje, se dividen en medias plantas, de tal forma que se aprovechan al máximo los recorridos de las rampas para garantizar el mayor número de plazas de aparcamiento posibles.
El desafío del edificio ha sido coordinar en altura tres programas diferentes de vivienda (tres “plantas tipo”), junto con el diseño a medida de viviendas y, a su vez, con una fachada unitaria que tiene un ritmo de huecos uniforme e independiente de lo que ocurre detrás de los mismos.
En el interior, el proyecto persigue crear espacios de calidad, huyendo de las estancias de ancho mínimo normativo y generando ambientes luminosos, especialmente en las zonas comunes de las viviendas, gracias al uso de ventanas balconeras. Este criterio se aplica también a los espacios comunes, con un núcleo de comunicaciones verticales abierto a fachada, y al garaje, donde se introduce luz natural a través de un cerramiento de bloques de vidrio.