Adamo Faiden . Arrhov Frick Arkitektkontor . photos: © Javier Agustín Rojas
As a complement to an active urban life, a residence in direct contact with the rugged terrain on the outskirts of Buenos Aires is proposed. The construction is positioned in the center of the plot, tracing a slender north-south line that divides the exterior space into equal parts. The garden bordering the street receives the morning sun and connects in a more permeable way with neighbors and visitors arriving at the house. The garden facing the stream receives the afternoon sun and is presented as a space for activities requiring greater privacy. The relationships between both instances occur through the house itself, which acts as a habitable canopy capable of managing stimuli from the exterior.
To this end, its facades are materialized by alternating curtains, precast concrete panels, sliding glass windows, and mosquito nets. Their operation grants the inhabitant the freedom to transform each part of the house into an interior space or a gallery traversed by the climate. Towards the interior, three technical cores detached from the perimeter offer the possibility of unifying or selectively dividing the domestic space. Inhabiting this pavilion implies a constant exercise of perception and participation, positioning the inhabitant at the center of the scene.·
_
Como complemento a una vida urbana activa, se propone una residencia en contacto directo con el suelo agreste de las afueras de Buenos Aires. La construcción se posiciona en el centro de la parcela trazando una delgada línea en el eje norte-sur que divide el espacio exterior en partes iguales. El jardín que limita con la calle recibe el sol de la mañana y se vincula de un modo más permeable con los vecinos y con los visitantes que llegan a la casa. El jardín orientado hacia el arroyo recibe el sol de la tarde y se presenta como un espacio para desarrollar las actividades que requieren mayor intimidad. Las relaciones entre ambas instancias se producen a través de la propia casa, presentándose como marquesina habitable capaz de administrar los estímulos provenientes del exterior. A tales efectos, sus fachadas se materializan alternando cortinados, paneles de hormigón premoldeado, ventanales deslizables de vidrio y mosquiteros. Su accionamiento otorga al habitante la libertad de transformar cada instancia de la casa en un espacio interior o en una galería atravesada por el clima. Hacia el interior, tres núcleos técnicos exentos del perímetro ofrecen la posibilidad de unificar o fraccionar discriminadamente el espacio doméstico. Habitar este pabellón implica un ejercicio constante de percepción y participación, posicionando al habitante en el centro de la escena.