Telegrama, no tuit
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Lo que conduce a otra paradoja en esa misma esfera. La de las páginas que alegando ignorancia sobre el contenido que alojan permiten que terceros distribuyan archivos ilegales a través de ellas y para rentabilizarlas en sus servicios de más demanda exigen suscripción. Lo que ha hecho aparecer otro tipo de páginas: las que apoyándose en la publicidad permiten gratuitamente, con las ventajas de las de pago, descargarse esos archivos, reventando sus protecciones. Es decir, las páginas que obtienen beneficios de piratear a las páginas que obtienen beneficios de piratear.