VERNE arquitectura . photos: © Pablo García Esparza
Nestled in the historic town of Oña, this dwelling is built to accommodate the family of a visual artist and their art collection. With a sustainable and truthful design, it consists in a building that simultaneously meets the needs of a home and an exhibition space. Situated on a medieval plot between party walls, overlooking the staircase of the Monastery of San Salvador, Casa Vera seamlessly integrates into its surroundings.
Strategically positioned, the residence enjoys exceptional views of the monastic complex, home to authentic architectural gems of Castilian Romanesque and Gothic styles. Additionally, its south-facing facade captures sunlight throughout the day, providing continuous exposure and efficient solar energy. The entrance, discreetly located on the west side, establishes a connection with local history by linking to the gate of an ancient synagogue.
The residence comprises three bedrooms, a kitchen, a living room, and an artist’s workshop. Spanning four levels, the dwelling meticulously organizes spaces to blend daily life, creative activity, and the exhibition of an extensive art collection. The central staircase, more than a mere vertical connector, acts as a filtering device, offering privacy as needed for the surrounding spaces. A series of walkways, interspersed between double-height spaces, outline the exhibition journey of the project.
The residence materializes a symbiosis between design and sustainability, adopting a palette of simple and sustainable materials such as plaster, polished concrete, and birch wood. This selection, besides imparting a sober and minimalist aesthetic, aligns with the rural environment, generating a positive impact on the local circular economy. In terms of energy efficiency, the underfloor heating system, controlled by Google Nest smart thermostats, not only allows remote temperature programming but also learns and optimizes energy consumption, thus enhancing operational sustainability.
The facade and roof, subject to strict regulations governing the historical ensemble of the town of Oña, discreetly integrate into the surrounding urban fabric. The application of the white External Thermal Insulation Composite System (ETICS) on both the facades and the roof establishes a continuous thermal envelope, providing uninterrupted insulation that prevents heat loss. This solution gives the residence its own identity, with a contemporary style, a discreet, and well-integrated appearance.
In conclusion, Casa Vera stands as a synthesis of the past and present, exploring the possibilities of architectural design and energy efficiency. Every corner of this dwelling serves a specific function and, at the same time, contributes to an architectural narrative where history, art, and good design converge.
_
Autoría: VERNE arquitectura
Víctor Larripa Artieda, Javier Martínez Labeaga y Daniel Ruiz de Gordejuela Tellechea
Localización: Calle Pestiño, Oña, Burgos
Superficie: 250 m2
Fotógrafo: Pablo García Esparza
Enclavada en la histórica villa de Oña, se erige esta vivienda construida para acomodar a la familia de un artista plástico y su colección de arte. Con un diseño sostenible y veraz se imagina un edificio que da respuesta, al mismo tiempo, a las necesidades de un hogar y de un espacio expositivo. Localizada en una parcela medieval entre medianeras, con vistas a la escalinata del Monasterio de San Salvador, la Casa Vera se integra armoniosamente en su entorno. La residencia, estratégicamente posicionada, disfruta de unas vistas excepcionales hacia el conjunto monástico, que alberga auténticas joyas arquitectónicas del románico y del gótico castellano. Además, su fachada, orientada al sur, capta la luz solar a lo largo del día, proporcionando una exposición continua y energía solar eficiente. La entrada, discretamente situada en el lateral oeste, establece un vínculo con la historia local al conectar con el portón de una antigua sinagoga. La vivienda dispone de tres dormitorios, cocina, salón y un espacio de taller para el artista. Conformada por cuatro niveles, la residencia articula de manera meticulosa los espacios para conjugar la vida diaria, la actividad creativa y la exposición de una extensa colección de obras de arte. La escalera central, más que un simple conector vertical, actúa como un dispositivo de filtrado, ofreciendo privacidad según la necesidad de los espacios que la rodean. Una serie de pasarelas, intercaladas entre espacios de doble altura, describen el recorrido expositivo del proyecto. La residencia materializa una simbiosis entre diseño y sostenibilidad, adoptando una paleta de materiales sencillos y sostenibles como el yeso, el hormigón pulido y la madera de abedul. Esta selección, además de conferir una estética sobria y minimalista, se alinea con el entorno rural, generando un impacto positivo en la economía circular local. En términos de eficiencia energética, el sistema de suelo radiante, controlado por termostatos inteligentes Google Nest, no solo permite la programación remota de la temperatura, sino que aprende y optimiza el consumo energético, elevando así la sostenibilidad operativa. La fachada y la cubierta, sometidas a rigurosas normativas que regulan el conjunto histórico de la villa de Oña, se integran de manera discreta en el tejido urbano circundante. La aplicación del sistema SATE en color blanco, tanto en las fachadas como en la cubierta establece una envolvente térmica continua, proporcionando aislamiento sin interrupciones que puedan dar lugar a pérdidas de calor. Esta solución confiere a la vivienda de una identidad propia, de estilo contemporáneo, con una apariencia discreta y bien integrada. En definitiva, la Casa Vera se erige como una síntesis entre pasado y presente, explorando las posibilidades del diseño arquitectónico y la eficiencia energética. Cada rincón de esta vivienda cumple una función específica y, al mismo tiempo, contribuye a una narrativa arquitectónica en la que confluyen la historia, el arte, el buen diseño y la sostenibilidad.
_
GALERÍA