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Gonzalo del Val

Avorio Renovation . MADRID

Estudio Gonzalo del Val . photos: © José Hevia . + archdaily

The housing in Madrid at the beginning of the 20th century was characterized, in general, by an elongated distribution of the domestic program, resulting in very long corridors and small interior courtyards. Our proposal for this traditional typology consists of unifying a series of spaces, eliminating distributors and corridors as much as possible, to turn them into programmed rooms.

The previous state of the house was organized with an entrance hall and closet, a corridor that led to the bedrooms and the separate kitchen, and finally, a living room separated from the rest of the house facing the exterior facade. The new distribution groups the main programs: entrance hall, kitchen, and living room; eliminating the corridor between them and turning each domestic program into an object with its own identity.

Each room in the house is occupied by an object that qualifies the space and makes it function specifically. The main piece in the entrance of the house is characterized by a huge shelf that covers the wall and folds horizontally, resulting in a false ceiling of cells that illuminates and conditions the space. This spatial shelf is made of raw plywood panels with a vanilla-colored laminate. A built-in wardrobe serves as support to hold this inverted L-shaped structure.

The wardrobe seen from the living room functions as a large cherry wood cube assembled with the shelf. Finishing off this wooden piece is the entrance to the house executed with a black paneling. This hollow and dark piece serves as a hinge to finish with an open kitchen connected to the entrance hall and living room. The position of the countertop and the elimination of the partition that separated the kitchen allow the corridor to be used as an area that makes cooking more playful.

All the materials used in this project play with a radical heterogeneity, assigning materials and colors to each domestic program or piece. Cherry wood, aluminum, marble, ceramics, vanilla, ivory, and off-white…

To optimize the construction budget, some elements are maintained, such as the wooden flooring, exterior carpentry, some partitions, and false ceilings… On the other hand, other elements are unveiled in the demolitions as something valuable, the metallic structure that was installed in the reconstruction of the building is exposed when removing the false ceiling that covered it, gaining a height of over three meters in the living room.

Cornices, moldings, and plaster moldings typical of a house from the early 20th century resist and coexist with metal beams and collaborating plates from the last major renovation.
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Las viviendas de Madrid de principios de siglo XX se caracterizan, en general, por una distribución alargada del programa doméstico, dando como resultado pasillos muy prolongados y patios interiores de pequeño tamaño. Nuestra propuesta para esta tipología tradicional consiste en unificar una serie de espacios eliminando en la medida de lo posible distribuidores y pasillos para convertirlos en estancias programadas.
El estado previo de la vivienda se organizaba con un hall de entrada y armario, un pasillo que llevaba hacia las habitaciones y la cocina independiente, y por último, un salón separado del resto de la vivienda que da a la fachada exterior. La nueva distribución agrupa los principales programas: hall, cocina y salón; eliminando el pasillo entre ellos y convirtiendo cada programa doméstico en un objeto con identidad propia.

Cada estancia de la casa está ocupado por un objeto que cualifica el espacio y hace que funcione de forma específica. La pieza principal en la entrada a la vivienda se caracteriza por ser una enorme estantería que cubre la pared y se pliega en horizontal, dando como resultado un falso techo de celdas donde ilumina y aclimata el espacio. Esta estantería espacial, está realizada con paneles de DM crudos contrachapados con una lámina de color vainilla. Un armario empotrado sirve de apoyo para sujetar esta L invertida.

El armario visto desde el salón funciona como un gran cubo de cerezo ensamblado con la estanteria. Rematando esta pieza de madera se encuentra la entrada a la vivienda ejecutada con un panelado de color negro. Esta pieza, hueca y oscura, sirve de charnela para terminar con una cocina abierta y conectada al hall y salón. La posición de la encimera y la eliminación del tabique que separaba la cocina, permite usar el pasillo como una zona que hace más lúdica la tarea de cocinar.

Todos los materiales que se usan en esta obra, juegan con una heterogeneidad radical asignando materiales y colores a cada programa o pieza doméstica. Madera de cerezo, aluminio, mármol, cerámica, vainillas, marfiles y blancos rotos...

Para optimizar el presupuesto de obra algunos elementos se mantienen, como la tarima de madera, las carpinterías exteriores, algún tabique y falsos techos... Por otro lado, otros elementos se desvelan en las demoliciones como algo valioso, el forjado metálico que se instaló en la reconstrucción del inmueble queda a la vista al retirar el falso techo que lo cubría, ganando en el salón una altura de más de tres metros.

Cornisas, baquetones y molduras de escayola propios de una vivienda de principios del siglo XX resisten y conviven con vigas metálicas y chapas colaborantes de la última gran rehabilitación.