Daniel Modòl urbanism+architecture . fotos: © Jordi Bernadó
The transformation of the 22@ district in the Poblenou neighborhood of Barcelona is an opportunity to promote a new model of the city that pushes Barcelona towards the renewal of its industrial fabrics. Thanks to the innovation, creativity, and design of the new architectures, buildings, and spaces are achieved that generate a more sustainable neighborhood.
The project is based on the global rehabilitation and change of use of the old industrial building occupied by the historic Balius hardware store, founded in 1914 where practically everything for construction could be found for sale.
It is a five-story building, built in the 70s with a metal structure and Catalan vault that gives it a unique character, so in the project, it is chosen to preserve these two details of the old building.
For the rest of the intervention, a modern and modular construction has been introduced and it has been tried to adapt the materials and the size of the module to the residential environment and traditional materials such as ceramics, iron, and wood, although the type of construction is modular to make the construction process more agile.
The main façade is removed to enhance the existing structure and make it visible from the outside. The interior façade adopts a classical gallery typology with natural wood and glass carpentry on which an industrial metal planter façade is proposed that brings vitality to the building’s composition.
All selected materials are noble and proximity and from the design, priority has been given to materials that are easy to find in the building’s environment to try to respect the nearby residential environment as much as possible and to domesticate these new types of buildings implanted in the neighborhood. The existing green color in much of the interior structure of the building is recovered and emphasized by using it throughout the structure and ironwork of the entire building.
On the fourth floor, a setback of the façade is created, generating an outdoor space, and different meeting rooms are placed as a hybrid space with the option of interacting with the outside. On the remaining floors, both natural light and ventilation are provided by the openings in the main façade, the creation of a patio in the old stairwell gap, and the rear façade of pavement.
The building is designed under sustainability criteria, where energy savings and user comfort are paramount to generate a sustainable workspace that has LEED certification. The building is also connected to the urban heating and cooling network (DHC) and the pneumatic waste collection network.
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Arquitecto: Daniel Modol Deltell
Empresa: Daniel Mòdol Urbanism + Architecture
Promotor: Merlin Properties
Arquitecto Técnico: PLAAT
Consultores. Bernuz-Fernández ARQ (estructura); Estudis ESL (ingeniería)
Constructor: FLULLE
Daniel Modòl urbanism+architecture ha transformado la antigua ferretería Balius, que dio servicio en el barrio Poblenou durante un siglo, en un coworking concebido bajo criterios de sostenibilidad, ahorro energético y confort del usuario, que le han valido la certificación LEED Gold. La intervención conserva los elementos que han definido el carácter industrial del edificio y los complementa con materiales nobles y de proximidad. LOOM Ferretería, con 1.756 m2 útiles, aporta espacios de trabajo de calidad al distrito 22@Barcelona y se conecta con su entorno mediante una fachada de madera, practicable y provista de vegetación que le confiere calidez y lo distingue de los demás edificios de oficinas de Barcelona. La transformación de la zona del 22@, en el barrio Poblenou de Barcelona, está siendo una oportunidad para impulsar un nuevo modelo de ciudad, que empuja Barcelona a la renovación de sus tejidos industriales. Gracias a la innovación, creatividad y diseño de las nuevas arquitecturas, se consiguen edificios y espacios que generan, en conjunto, un barrio más sostenible. LOOM Ferretería, diseñado por Daniel Modòl urbanism+architecture, se basa en la rehabilitación global y cambio de uso del antiguo edificio industrial ocupado por la histórica ferretería Balius, fundada en 1914, donde se podía encontrar a la venta prácticamente todo lo necesario para la construcción. Es un edificio de cinco plantas, construido en la década del 1970 con una estructura metálica y de bóveda catalana que le aporta un carácter único, por lo que, en el proyecto, se opta por conservar estos dos detalles del antiguo edificio. El resto de la intervención se ha adaptado a la escala y materialidad del entorno residencial, utilizándose materiales tradicionales como la cerámica, el hierro y la madera. Se retiró la fachada principal para poner en valor la estructura existente y hacerla visible desde el exterior con un resultado único ya que, en Barcelona, por temas de aislamiento sobre todo, la estructura se suele esconder. La fachada interior adopta una tipología de galería clásica con carpintería de madera natural y vidrio sobre la que se plantea una fachada vegetal con jardineras metálicas industriales, que aportan vitalidad a la composición del edificio y le confieren al edificio un carácter casi doméstico. Sumado a que se trata de una fachada practicable, que los usuarios pueden abrir en cada una de las plantas, distinguen este coworking entre los edificios de oficinas de Barcelona, más uniformes y desconectados del exterior. En la planta cuarta se crea un retranqueo de la fachada, generando un espacio exterior y se colocan distintas salas de reunión como espacio híbrido con opción de interactuar con el exterior. En el resto de plantas, tanto la luz natural como la ventilación vienen dadas por las aberturas en la fachada principal, la creación de un patio en el antiguo hueco de escalera y la fachada posterior de pavés. Todos los materiales utilizados son nobles y de proximidad, priorizando aquellos que sea fácil de encontrar en el entorno del edificio con el objetivo de respetar el entorno próximo residencial y domesticar estos nuevos tipos de edificios implantados en el barrio. Se recupera el color verde existente en gran parte de la estructura interior del edificio y se enfatiza, usándolo en toda la estructura y cerrajería del edificio. El nuevo coworking se ha diseñado bajo criterios de sostenibilidad, siendo primordiales el ahorro energético y el confort del usuario para generar un espacio de trabajo sostenible, que cuenta con la certificación LEED Gold. El edificio tiene una tasa de reutilización de 62%, permite ahorrar un 48% de agua y casi el 10% de la energía procede de paneles fotovoltaicos instalados en el mismo. Además, se conecta a la red urbana de calor y frío (DHC) y a la red de recogida neumática de residuos.