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WaterScales

Mirador de los aljibes | Times and textures . Álora

WaterScales arquitectos (Carmen Barròs Velázquez y Francisco J. del Corral del Campo) . photos: © Fernando Alda

The demolition of the house of Pepe Rosas, a well-known flamenco singer, in the city historic centre of Álora, created a urban void with views, both through an archaeological industrial space of the XVI century and through the Arab castle.

About the place
During the excavations, appeared some interesting spaces. In the southern half, three storerooms keep seventeen semi buried jars built during the XVI century. In the north one, traditional stairs for animals, leads on a horse shed. Afterwards, we could descend to a second level, opened to views to the village.
The place is an open space that suggests the discovering of past traces.

About the project
We propose a travel across the void, historical legacy of textures, materials, spaces and views, in order to understand a historical period of the city.
We recover the façade line thanks to a thick brick wall in white texture. It is cut in order to create a mysterious discovering of the inner space.
On the street side, a line made with spikes shows the trace of the ancient entrance to Pepe Rosa’s house. Also, a spyhole invites discovering an unusual view of the hill and the castle.
After a narrow entrance, the space appears and is activated thanks to a metallic runway. Built with overlapping pieces, it tries to be made of transparencies. It is a platform for both discovering the downstairs store spaces and also a viewpoint towards the horizon.
The veranda shows and guides. Some perforated texts give information of near spaces. Others, aerial ones, point out landscape milestones as the castle and the hills. The veranda is filter, strip that shows the path to the traveller following different remarkable materials that explain ancient uses.
The concrete stairs spill in the horse shed. From this point, the intervention, is just a haptic experience of textures thanks to a fluid pavement and light verandas.
Downstairs, in the second level, a vibrating wall has two windows. Thanks to a light stair, made as a metallic floating carpet, the traveller crosses the second hole in order to discover the store rooms, mysterious heart of the ancient typology that joins housing with an industrial use. The pavement, thanks to its own geometry help visitors to understand its ancient values.

The void, a place for feeling time and history, is a kind of resonance box of lights and sounds that make us travelling to the essence of the cultural landscape of Álora.
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-Architects:
WaterScales arquitectos (Carmen Barròs Velázquez y Francisco J. del Corral del Campo)
-Technical surveyor: Fernando Casquero Lacort (Terral arquitectos)
-Engineering: Jesús Hernández Martí.
-Developer: Ayuntamiento de Álora
-Assistants: Elena Rodríguez Rodríguez, Marta Gragera Caballero, Laura Postigo, Sofía Gómez Ramírez. Architects
-Builder: IM Instalaciones y obras S.L.
-Historical assistance: Museo Arqueológico Municipal de Álora: María José Sánchez Rodríguez
-Photograhs:
Fernando Alda Calvo
Ayuntamiento de Álora (Ph Mirilla)

Sobre el lugar
La demolición de la vivienda del conocido folclorista Pepe Rosas en la calle de Atrás, en el casco histórico de Álora, había dejado un vacío urbano, con vistas próximas, al espacio de arqueología industrial del siglo XVI denominado Molino del Bachiller y, en la lejanía, al castillo árabe.
Durante las excavaciones, aparecieron estancias de interés espacial y arqueológico. En la zona sur, varias salas con tinajas semienterradas configuraban una despensa datada en el XVI. En la norte, una escalera de “lomos” de ladrillo desemboca en un establo. A continuación, una maltrecha escalera permitía bajar a un segundo nivel, estancia abierta al Molino del Bachiller.
El lugar es un vacío abierto a levante que sugiere el descubrimiento de las huellas de su pasado.

Sobre el proyecto
Proponemos un viaje a través del vacío, legado histórico de texturas, materiales, espacios y vistas, para comprender una etapa de la historia de Álora.  
Se recupera la alineación de la fachada anterior mediante un muro de textura blanca de ladrillo, cuyo espesor se quiebra para propiciar el misterioso descubrimiento gradual del interior.
En el exterior, una huella claveteada muestra el arco de herradura de la puerta de la casa de Pepe Rosas y una mirilla, homenaje al cantaor, invita a descubrir una vista inédita del castillo. 
Tras comprimirse, el espacio se abre y activa gracias a una pasarela metálica de directriz complementaria a los muros existentes. Realizada mediante piezas superpuestas y apiladas en juego de transparencias, deja entrever a su paso el suelo original. Es plataforma desde la que descubrir la despensa inferior, y mirador desde el que contemplar la lejanía.  
Su baranda indica, guía y acompaña. En ella, textos perforados avisan de valores cercanos. Otros, aéreos, señalan hitos del paisaje cultural aloreño como el castillo y sus sierras. La baranda es filtro, banda que acompaña al viajero indicando la ruta a seguir junto a un camino de límites propios en busca de texturas, como las de la leve escalera “a lomos” de ladrillo o las de la medianera antaño habitada. 
Una escalera se derrama desembocando en la antesala del establo. Desde aquí, la intervención se ciñe a la limpieza de los paramentos, la levedad de las barandas y un pavimento fluido que, superponiéndose a los casi desaparecidos escalones, nos lleva a la terraza inferior. Allí, un vibrante muro de texturas pétreas presenta dos ventanas. Por una de ellas, agachándose, apenas de puntillas, gracias a una suerte de alfombra metálica, el viajero descubre el interior de la despensa, corazón misterioso de un pasado que muestra una tipología de vivienda en estrecha relación a su uso industrial. Allí, el visitante halla un pavimento de geometría independiente que pone en valor las texturas y materiales que admira.   

El vacío, es caja de resonancia de luces y sonidos que nos trasladan a la esencia del paisaje cultural de Álora. Lugar donde sentir el tiempo, que nos abriga mediante texturas. 

Sobre la construcción
Los materiales siguen el dictado de las ideas perseguidas.
La fachada muestra su grueso espesor de ladrillo de tejar y, al igual que en las medianeras, la blanca cal deja percibir su textura. La pasarela, barandas y la escalera de acceso a la despensa, muestran su tiempo gracias a los tonos ocres del metal.
El nuevo pavimento desactivado muestra la huella del tiempo descarnándose en gravas del Guadalhorce en dialogo con los suelos empedrados y ladrillos existentes.
El resto son texturas existentes y luz del sur en bella conversación atemporal.