Roberto Lebrero . Borja Gómez . photos-: © Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
Frumales is a small village located in a pine valley in Segovia, Spain. Frumales’ beautiful city center is surrounded by farmlands and stone-made country-houses. The site results from the aggregation of three lots containing masonry-ruined buildings.
The ruins are inhabited through a design that embraces the place and the value of the old material. It sets this as a starting point. Reusing the material, understanding old local construction techniques and choosing the right structural system leads to the final solution. Through a structural concrete frame, the livable plane is elevated above the terrain. This structural frame sets the master line from which a light self-standing wood structure defines the light roofing. This wood frame structure is carefully designed, cut and set in place in order to define the geometry, volume and materiality of the space. The multilayered stone façade surrounds the building providing an excellent insulation and thermal inertia. The ceiling height and the location of the openings provides either cross-ventilation or chimney effect when requested.
The interior is designed as an open, flexible space filled with the program. Aside the street, the functional program is set, towards the patio the private spaces are located. The room’s height is limited by the use of the ‘sobrado segoviano’ The windows are carefully set to capture views and light, allowing multiple cross-views. The spatial sequence provided by the patio, terrace and garden interlaces interior and exterior through a series of intermediate spaces that provide cross-views, transparencies and reflections.
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Arquitectos: Roberto Lebrero y Borja Gómez
Estructura: Borja Gómez, Euteca (Juan de la Torre – Nudos de madera)
Instalaciones: Mariam González Moya
Contrata: Francisco Muñoz
Dirección de obra: Roberto Lebrero y Borja Gómez
Dirección de ejecución: Ángel Montalvillo
Superficie: 214 m2 construidos
Situación: Frumales, Segovia
Fotografías: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
Situado en un valle de Pinares, Frumales es una pequeña localidad de la provincia de Segovia. Su núcleo urbano, rodeado de laderas y cultivos, es una amalgama de construcciones residenciales y agrícolas de diferentes épocas y facturas con predominio de muros de mampostería y cubiertas de teja. El emplazamiento, colindante con el arroyo, es la suma de tres parcelas deformadas por sucesivas segregaciones y colmatadas de construcciones en diferentes estados de ruina. El proyecto reconoce el lugar y el valor del material existente. Técnicas constructivas locales conviven con sistemas tradicionales implementados que remiten a la tradición vernácula. Una retícula estructural de hormigón define la cota de apoyo, y sobre esta el cascarón ligero de cubierta define geometría, volumen, y materialidad del espacio doméstico. La fachada multicapa que envuelve toda la casa recupera la piedra caliza de las construcciones originales para todo el perímetro exterior. Se presta especial cuidado en la recuperación y reutilización de las piezas talladas que conforman jambas, dinteles, alfeizares y esquinas en posiciones equivalentes. El trabajo artesanal del maestro cantero en la búsqueda, manipulación y recolocación de cada uno de los fragmentos configura el puzle pétreo de fachada. El interior es una estructura flexible matizada por el programa. Una franja de servicios junto con un pequeño patio de acceso aísla la vivienda de la calle. La sección se acota en las habitaciones introduciendo un sobrado segoviano, y los huecos, estratégicamente ubicados, enmarcan las vistas y configuran un interior dinámico con múltiples orientaciones y matices de luz. La secuencia espacial que proporcionan patio, porche y jardín permite tejer interior con exterior creando espacios intermedios, ámbitos protegidos al aire libre, que dotan al conjunto de vistas cruzadas, transparencias y reflejos. Frente a la dureza climática de la meseta castellana se disponen estrategias climáticas activas y pasivas que permiten lograr una calificación energética A, minimizando el consumo en energético al máximo y proporcionando un confort térmico óptimo en el interior. La vivienda se recubre con un aislamiento generoso, eliminando los puentes térmicos y conformando unos cerramientos de gran inercia que aprovechan la oscilación térmica entre día y noche. La altura de techo junto con la disposición de huecos facilita la ventilación cruzada o el efecto chimenea según la estación, mientras que un hogar central produce y distribuye calor a toda la vivienda durante los meses fríos.