twobo arquitectura . Ourania Chamilaki . Víctor Díaz-Asensio
La ordenación del ámbito se estructura mediante la aparición de dos vías concéntricas, una interior más antropizada sobre la que se apoyan las operaciones arquitectónicas de más presencia, y una segunda exterior que sirve a su vez de apoyo técnico de la primera. Esto permite la aparición de una zona intersticial entre ambas que sirve para ordenar el conjunto construido, tanto arquitectónico como paisajístico, y que hace resonar entre ambas vías la representación de los sistemas forestales, agrícolas y ganaderos gallegos, verdaderos protagonistas de la propuesta.
Una vez éstos caminos nos conducen desde el acceso al núcleo histórico donde somos recibidos, vemos el camino extenderse acompañado por los nuevos edificios que albergan el programa requerido por el nuevo centro de promoción e imagen, y viendo la nueva granja alzarse sobre el monte y los pastos, donde el ganado se alimenta en el gran claro central, con los bosques gallegos como telón de fondo. Las terrazas dedicadas al sistema hortofrutícola se configuran mediante un sistema de bancales típico basado en los clásicos socalcos, característicos del paisaje productivo gallego y que quedan representados en la intervención mediante el ritmo que los muros de piedra imprimen al lugar y de los que el proyecto se sirve para estructurar la intervención arquitectónica. Esta decisión permite la máxima integración paisajística del conjunto, que se lee como una serie de bancales que se extienden entre los bosques.
Así el conjunto arquitectónico queda integrado en estos muros que ordenan el paisaje, y permiten que pese a las grandes superficies construidas que se requieren, la nueva masa construida adquiera el tamaño y el grano de los edificios existentes, de lo que resulta un conjunto solido, harmónico y altamente integrado en el paisaje.
Los bosques y los prados se entretejen a ambos lados de los recorridos en un sistema de bosques y claros a modo de punto y contrapunto donde uno subraya al otro. Recorriendo por tanto las rutas propuestas, avanzamos entre los bosques preexistentes, los nuevos soutos y carballeiras o los bosques asociados a las estructuras fluviales existentes. Todo ello se enfatiza por las zonas de prado que permiten a su vez las visuales largas y de conjunto, que permiten entender la actuación en su globalidad y hacernos una idea de la complejidad y riqueza del sistema natural representado. A lo largo del camino encontramos además diferentes espacios de estar, miradores, zonas de estar o enclaves didácticos, que puntúan y dinamizan el camino y promueven los valores del territorio y la riqueza paisajística insignia de Galicia Calidade.
Con todo ello se consigue que el conjunto existente, las nuevas operaciones arquitectónicas y su entorno queden ligadas en un conjunto coherente, integrado en paisaje y formando parte de éste en todas sus escalas, tal y como vemos a continuación.
E1 e s t r u c t u r a t e r r i t o r i a l
El ámbito propuesto para el nuevo centro de promoción e imagen de los productos agrícolas, ganaderos y forestales de Galicia está caracterizado por el mosaico agroforestal imperante en éste territorio. Éste queda atravesado por dos cursos hídricos, afluentes del Río Saramo, que dividen en tres franjas el ámbito. La franja situada a poniente es un gran corredor agrícola que materializa un gran claro entre el sistema forestal que lo rodea.
E2 e s t r u c t u r a p r o p u e s t a
Sobre las franjas existentes, bosque, claro y cultivo se propone una doble lazada que sirva de engarce. Dos viales principales y concéntricos que nacen de la especificidad del propio lugar. Un primer anillo de carácter más expositivo aprovecha el trazado de los cursos hídricos, preservando el monte y prado central. El segundo, más paisajístico, permite el paso del corredor agrario. Los espacios intersticiales entre ambos son utilizados como vertebradores y catalizadores del paisaje.
E3 i m p l a n t a c i ó n y f u n c i o n a m i e n t o
El Pazo de Quián y las edificaciones que le siguen sirven de pista para el desarrollo del proyecto. Una pauta en abanico extiende las edificaciones y se adapta a la topografía utilizando el lenguaje de los socalcos típicos de Galicia, muros de piedra que cosen y conforman el paisaje.
En el espacio intersticial entre viales se sitúa el nuevo conjunto construido. Ésta división de viales permite diversificar recorridos: el anillo interior se libera de tráfico gracias al exterior, que sirve de apoyo técnico a las nuevas construcciones.
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