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Tuñón . camps + felip

Museo Carmen Thyssen . Sant Feliu de Guíxols

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El nuevo Museo Thyssen de Sant Feliu de Guíxols, será un espacio que se convertirá en referente cultural representativo para la ciudad y el territorio.
La representatividad de la propuesta se consigue principalmente con un tema de escala que resuelve el nuevo volumen de la ampliación al claustro. Este nuevo espacio versátil dota de escala al conjunto del Monasterio, es el elemento que da extensión al edificio existente buscando un equilibrio volumétrico para contabilizar la escala del conjunto con la escala del paisaje.

Bosque de columnas

A la vez, el nuevo claustro se convierte en el vínculo topográfico con el jardín, acentuando el carácter de bosque con un nuevo bosque de columnas, un nuevo espacio de sombra.
La propuesta permite que el bosque se introduzca al claustro, se extienda y se vincule directamente con el Museo y sus actividades. Siendo conscientes que los jardines son el potencial natural que dota de carácter especial y mágico a la experiencia del visitante.
La transición entre el jardín y el claustro se produce mediante la sección. El bosque recorre la topografía que va bajando y se introduce en el claustro acogido por el nuevo volúmen que lo acompaña con esta sombra vegetal hasta el Monasterio, haciendo partícipe activamente al claustro y al conjunto del paisaje que lo envuelve y lo dota de carácter y representatividad.

El desnivel topográfico con los jardines se resuelve con una escalera incorporada al claustro y con una sucesión de rampas y plataformas exteriores, materializando un paisaje que se camufla al jardín y da respuesta a todos los condicionantes del lugar, y simultáneamente da servicio y acceso a las personas que lo podrán disfrutar.

El claustro es la pieza que configura la circulación perimetral del edificio original. Este recorrido circular en planta baja se convierte en un espacio público que ofrece una clara relación entre los espacios y los recorridos del museo, al mismo tiempo que desde aquí se vincula con otros elementos de su alrededor como el pasaje hasta los huertos del Abat y los propios jardines.

La recuperación del claustro como espacio vacío abre un nuevo mundo de posibilidades para nuevas actividades abiertas al público que se relacionan con los museos y jardines. El claustro se convierte en un espacio de relación donde integrar el arte como herramienta de transformación y cohesión social.

El Museo se encuentra en coherencia y se integra en el entorno en el que se encuentra. La obra seleccionada para la colección permanente también mantiene relación y coherencia con el emplazamiento y entorno paisajístico del museo y sus jardines.
Al interior del Monasterio se preserva su estructura tipológica y se condiciona para garantizar el máximo confort y protección de las obras de manera respetuosa con la arquitectura del monumento. Las colecciones temporal y permanente se sitúan en las alas del Monasterio, en planta primera y segunda respectivamente. Se genera entonces, un conjunto de salas de exposiciones autónomas y encadenadas, que permiten realizar exposiciones de diferentes medidas y características, cada sala de forma cerrada construye un espacio continuo, pero diferenciado especialmente, que se abre a las otras salas y pasillos, proporcionando visiones longitudinales, transversales y diagonales.
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MUSEO THYSSEN
Arquitectos:
Tuñón Arquitectos. Emilio Tuñón y Carlos Martínez de Albornoz
Arquitecturia. Josep Camps y Olga Felip
Colaboradores: Javier Chávez, Paula Alejandro, Judit Cabruja, Maria Caixàs, Laia Gelonch