Francisco Mangado . fotos: © Juan Rodríguez . + plataforma arquitectura
Como siempre que hacemos viviendas la preocupación fundamental consiste en cualificar los espacios públicos resultantes de la disposición urbana. La primera decisión es ordenar la edificación creando un gran jardín interior y central a la parcela al que sucesivamente se van conectando los espacios comunes. Este espacio interior constituye a su vez una respuesta directa al cercano parque Barricou que acompaña el trazado estructural de la línea del metro.
La geometría fragmentada de los bloques de vivienda, la agrupación de las viviendas y la organización de las distintas viviendas tanto las organizadas colectivamente como las individuales de dúplex, se realiza buscando siempre vistas diagonales que conectan los espacios de éstas y las zonas ajardinadas que rodean la edificación.
La madera pintada de rojo y la chapa de aluminio son los materiales utilizados para resolver la totalidad de las fachadas de los diferentes bloques.
La riqueza tipológica es otro de los objetivos que persigue el proyecto. Se aprovecha para ello las disposiciones en esquina, que otorgan oportunidades para desarrollar tipos diversos, así como las coronaciones de los edificios que permiten disponer de viviendas especiales con terrazas que colonizan las cubiertas a la vez que generan un perfil compositivo que nos aleja de lo monótono.
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