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Ravetllat Ribas

Rehabilitación del Mercat de Sant Antoni . Barcelona

Ravetllat Ribas . Rehabilitación del Mercat de Sant Antoni . Barcelona (1)

Ravetllat Ribas Arquitectes . fotos: © Adrià Goula

El edificio del Mercado de Sant Antoni, construido según proyecto del arquitecto Antoni Rovira i Trias y el ingeniero José M. Cornet y Mas, 1882, es uno de los edificios públicos más emblemáticos del Eixample barcelonés. Ocupa una manzana entera y se organiza en forma de cruz griega, reproduciendo en geometría y dimensión el trazado de las alineaciones del Eixample. El octógono central, cubierto con una cúpula de mayor altura, reproduce un cruce tipo de la trama Cerdà.

Su posición estratégica respecto a Ciutat Vella y el anillo constituido por la Ronda, la ha convertido en foco de una actividad comercial que supera los límites del propio edificio y da significado a todo el barrio que la rodea.

Con los años, la aglutinación de comercio ha dado pie a la consolidación de diferentes construcciones a su alrededor para alojar mercados de tipo ambulante. Estos mercados (encantos y dominical) son, sin duda, elementos a preservar y potenciar ya que no sólo complementan los servicios ofrecidos en el barrio por el propio mercado del fresco sino que logran convertir el conjunto en uno de los hitos más emblemáticas de la ciudad de Barcelona .

Es por todo ello que las nuevas intervenciones que sobre él se produzcan deberán debatir entre la necesidad de potenciar el recinto de los mercados perimetrales y la voluntad de permitir una mejor lectura del edificio original y la singular empleo que hace de la manzana Cerdà.

LA PLANTA

El antiguo mercado del fresco (destinado a productos frescos) disponía de una organización con pasillos muy estrechos y espacios de venta poco profundos. La nueva distribución propuesta por el Instituto Municipal de Mercados reduce el número de puestos de venta y redimensiona el espacio (pasillos de 3 metros y paradas de 2,5 metros de profundidad).

La propuesta de disposición de las paradas del fresco revaloriza cualquiera de sus ubicaciones. La pieza central, transformada en un rectángulo en planta, aglutina el mayor peso del mercado y se alarga en forma de pasillo único en cada ala, recogiendo los accesos por los chaflanes de manzana.

El espacio sobrante de las alas, una vez trazado el pasillo central con las nuevas medidas establecidas, puede dedicarse a otros usos. Es así que con unas pequeñas nuevas construcciones, en sustitución de los actuales almacenes adosados ​​al muro perimetral del edificio, se consigue un pasillo perimetral franqueado con paradas en ambos lados, destinado al mercado del encant (destinado a productos textiles).

Este esquema en planta posibilita la cohabitación de los dos mercados en el interior del edificio sin que se estorben mutuamente. Ambos disfrutan de la singularidad de la cubierta, confluyen en las áreas de acceso, pero se ignoran durante el recorrido a través de sus pasillos.

LA SECCIÓN

La sección propuesta para el nuevo conjunto de San Antonio parte del mantenimiento estricto de la parte aérea del edificio (es decir, la existente). Cabe destacar la grandiosidad del edificio, alcanzada por una sección escalonada que adquiere su momento más intenso en la cubierta del octógono central, y por una organización panóptica de la planta que permite experimentar la gran dimensión de la diagonal de una manzana del Eixample.

En plantas sótano se combinan las alturas para conseguir un mayor gálibo en el área de carga y descarga. Un primer sótano se dedica enteramente a los nuevos usos comerciales. Los siguientes sótanos se componen de una única altura en el área central (carga y descarga) y de dos semi-plantas destinadas a almacenes y aparcamiento

CUATRO NUEVOS ESPACIOS PÚBLICOS PARA LA CIUDAD

Los recuperados patios triangulares, además de facilitar la visibilidad y acceso al edificio, se constituirán en nuevos soportes de actividades complementarias.
Son también espacios idóneos para acoger actividades de pequeño formato -como contadores de cuentos u otros espectáculos- que complementarían muy bien la oferta del dominical.

EL BALUARD

La existencia de una parte enterrada del baluarte de San Antonio, y de la correspondiente contraescarpa, han sido elementos determinantes en la redacción final del proyecto. Se propone el mantenimiento íntegro de la parte del baluarte existente y el mantenimiento casi íntegro de la contraescarpa, haciendo posible entender y revivir el espacio del foso de la muralla. Estas preexistencias han incorporado al proyecto como una oportunidad para aumentar el interés ciudadano del conjunto. Se propone una plaza deprimida en la calle Urgell y un acceso a través de un patio al aire libre en la calle Manso. El enlace entre estos dos puntos configura un gran vestíbulo en planta -1 presidido por los muros de piedra del baluarte y de la contraescarpa.
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