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Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

No es difícil imaginar, ante el abuso actual de los retoques digitales buscando una perfección ficticia en las imágenes de modelos y famosos, una reacción opuesta en el futuro en el que la gente, con intención de recalcar su honestidad, acabe pagando porque le añadan arrugas a las suyas.

Carlos Cachón