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Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

No muy alejados de ese punto de vista están los arquitectos que afirman que lo importante de un edificio no es su forma sino cómo se relaciona con lo que le rodea y con sus usuarios pero detallan al milímetro sus fachadas y acabados y sufren si una máquina de acondicionamiento sobresale un centímetro por encima de su envolvente arruinando su apariencia. Curiosamente no les molesta que en sus cubiertas asomen claramente chimeneas de ventilación incluso con sombreretes metálicos, pues ese es un lenguaje que la tradición ya ha aceptado. Teniendo eso en cuenta, que se acostumbren a la presencia del resto de maquinaria sólo es cuestión de tiempo. En menos de un siglo seguro que lo habrán logrado.

Carlos Cachón