Ensalada Works . photos: © Marta Badiola and Jorge Pizarro
A house is a house. A house is a living room. A house is a bedroom. A house is a studio. A house is a dining room. A house is a dress. A house is a bed. A house is an armchair. A house is a room. One house is two.
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The project is the renovation of the attic of Olga in the center of Madrid. The previous state of the dwelling proposed different rooms separated by partitions: a bedroom and a living-dining room. This configuration did not respond to the needs of the client, an independent woman looking for an environment with greater possibilities. The objective was to achieve a flexible, dynamic and adaptable space that managed to multiply functionally the surface of the house.
It articulates a strategy by which the spatial modifications, which will result in a flexible space, do not have to compromise the state of the house in excess, but should be part of it, they should not become mere objects of furniture, nor should they arbitrarily modify the pre-existing construction elements.
Under this premise a project is developed based on two fundamental decisions: the construction of a malleable “partition” and the creation of a “bed space”. These two simple surgical invasions will be able to completely modify the way of inhabiting the house, achieving a transformable and multiple space.
The “bed space”
The subversion of the traditional location of the bed works on two levels simultaneously, on the one hand liberates an entire space that can be colonized in many other ways and on the other gives the bed a privileged place, next to the views of Madrid. It generates an unexpected space, a multiple-drawer space that houses storage supports a surface on which to observe the sunsets in the domes of Madrid.
A malleable “partition”
The objective of the project was not only to achieve a re-programmable open space but to get a home that could be divided and transformed in a flexible way, in even unplanned ways. For this reason, a malleable, soft “partition” with the capacity to deform itself and reach all the points of the house to divide the space in as many configurations as you want, can even disappear to mimic the wall. An arm that starts from a central point of the space and that in a radial and flexible way allows its division.
The strategic minimalism is filtered to the materiality of the project that is composed of birch and lacquered steel in white. The surfaces, which separate and divide, are wood, the linear and punctual elements that support and serve as handholds are steel.
The project wants to be a sample of how two radical decisions based on a strategy of integration with the preexistence can mean a drastic change in the way of inhabiting a space.
Olga doesn’t want a one-room apartment, not one of two. Nor does she want everything in a single open space. She wants to invite her friends to dine in her spacious lounge overlooking Madrid and not see the bed where she sleeps. She wants to have a comfortable room from which to see the stars. She wants a great dressing room, and a room for the days that his son sleeps at home.
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TEAM
Ensalada Works
ARCHITECTS IN CHARGE
Marta Badiola and Jorge Pizarro
COLLABORATORS
Th3Dot.
LOCATION
Paseo de Recoletos, Madrid, Spain.
PROJECT YEAR
2016
AREA
52 sqm
PHOTO CREDITS
Marta Badiola and Jorge Pizarro
MATERIALS
Birch wood and steel lacquered in white.
CONSTRUCTION
Félix de las Heras
LOCKSMITHING
RMC Mettron S.L.
CARPENTER
Th3Dot.
SOFTWARE
Autocad, 3ds Max, Photoshop, Illustrator.
Una casa es una casa. Una casa es un salón. Una casa es un dormitorio. Una casa es un estudio. Una casa es un comedor. Una casa es una cama. Una casa es un sillón. Una casa es un vestido. Una casa es una habitación. Una casa son dos. El proyecto es la reforma del ático de Olga en el centro de Madrid. El estado previo de la vivienda proponía estancias diferenciadas separadas por tabiques: un dormitorio y un salón-comedor. Esta configuración no respondía a las necesidades del cliente, una mujer independiente que buscaba un entorno con mayores posibilidades. El objetivo era conseguir un espacio flexible, dinámico y adaptable que consiguiera multiplicar funcionalmente la superficie de la vivienda. Se articula una estrategia por la cual las modificaciones espaciales, que darán como resultado un espacio flexible, no han de comprometer en exceso el estado de la vivienda pero si deben formar parte de ella, no deben convertirse en meros objetos de mobiliario pero tampoco han de modificar de manera arbitraria los elementos constructivos preexistentes. Bajo esta premisa se desarrolla un proyecto que se apoya en dos decisiones fundamentales: la construcción de un “tabique” maleable y la creación de un “espacio-cama”. Estas dos sencillas invasiones quirúrgicas conseguirán modificar por completo la forma de habitar la vivienda, consiguiendo un espacio transformable y múltiple. El “espacio-cama” La subversión de la ubicación tradicional de la cama funciona a dos niveles simultáneamente, por un lado libera todo un espacio que podrá ser colonizado de muchas otras maneras y por otro otorga a la cama un lugar privilegiado, junto a las vistas de Madrid. Se genera un espacio inesperado, un basamento que alberga almacenamiento soporta una superficie sobre la que observar los atardeceres en las cúpulas madrileñas. Un “tabique” maleable El objetivo del proyecto no era sólo conseguir un espacio abierto re-programable si no conseguir una vivienda que pudiera dividirse y transformarse de manera flexible, de maneras incluso no planificadas. Por ello se opta por un “tabique” maleable, blando, con capacidad de deformarse hacia todos los puntos de la vivienda y dividir el espacio en tantas configuraciones como se quiera, pudiendo incluso desaparecer para mimetizarse con la pared. Un brazo que parte de un punto central del espacio y que de manera radial y flexible permite su división. El minimalismo estratégico se filtra a la materialidad del proyecto que se compone con madera de abedul y acero lacado en blanco. Las superficies, que separan y dividen, son madera, los elementos lineales y puntuales, que soportan y sirven de asideros son acero. El proyecto quiere ser una muestra de cómo dos decisiones radicales basadas en una estrategia de integración con las preexistencias puede suponer un cambio drástico en la forma de habitar un espacio. A Olga no le servía una vivienda de una habitación, tampoco una de dos. Tampoco quería todo en un único espacio abierto. Quiere invitar a sus amigas a cenar en su amplio salón con vistas a Madrid y no ver la cama donde duerme. Quiere tener una habitación cómoda desde donde ver las estrellas. Quiere un gran vestidor, y una habitación para los días que su hijo duerme en casa.