La guardería modular de ENERO se circunscribe a la línea de proyectos de I+D del estudio y parte del objetivo de crear un centro infantil para los hijos del personal sanitario del Hospital Rey Juan Carlos de Madrid, sito en la localidad de Móstoles. Se trata de un espacio de 300 m2 elaborado a partir de piezas modulares y emplazado en un recinto aledaño al hospital.
Para su desarrollo, se optó por una construcción industrializada en base a unidades hexagonales, con la intención de generar una estructura orgánica de fácil montaje y posibilidad de ampliación, requisitos ambos solicitados expresamente por el cliente. Cada uno de los hexágonos se divide en dos módulos trapezoidales con cubierta a dos aguas. Los módulos llegan a obra ya terminados para una vez allí, ensamblarse en pares hasta conformar el conjunto, que acaba manifestándose como una geometría compleja ejecutada a partir de dos unidades de gran sencillez.
La fachada del edificio juega con una doble piel compuesta a base de una primera hoja de panel sándwich de aluminio lacado en color que proporciona el mayor aislamiento térmico posible y una segunda capa ejecutada con un panel estirado de acero lacado. Estos dos planos de diferente color y textura proporcionan al conjunto una tonalidad cambiante en función del punto de vista y la luz que incide en el edificio; la guardería es a veces rojo intenso, y otras tiende a un tono anaranjado. Su interior da continuidad a esta apuesta por los colores cálidos, y juega con los tonos naranjas y amarillos.
Siendo un edificio dirigido en ultima instancia a niños y niñas, ENERO pensó́ el edificio desde el principio desde el punto de vista de estos especiales usuarios. Así,́ junto a detalles inexcusables en este tipo de programa como puertas antipilladedos o mecanismos eléctricos y tiradores inaccesibles, se implementan otros aportes como suelos flexibles y acolchados o diseños singulares para la iluminación o climatización que proporcionen a los niños un entorno propicio para estimular su creatividad y bienestar.
Con esta obra, ENERO quiso apostar por una nueva concepción en la elaboración de proyectos fiel a su modelo diferencial. En este caso, el estudio realizó el trabajo en colaboración con Modulab, lo que ahorró tiempo y costes a la vez que se conseguía la mayor calidad en acabados. El hecho de ejecutar con materiales ligeros y en taller incidió́ , además, en la huella ecológica del conjunto, que necesitó de mucha menos energía que un edificio convencional para ser elaborado.
En definitiva, a partir de la primera idea inicial consensuada con la propiedad y en poco más de seis meses, entre julio de 2014 y enero de 2015, se llevó a cabo el proyecto y la construcción de la guardería, que dará́ servicio a 60 niños de entre 0 y 3 años a partir del próximo curso escolar, con un bajísimo impacto en el emplazamiento.
Estudio: ENERO Arquitectura
Constructora: Prismas
Consultora de industrialización: Modulab