Construir una biblioteca en el descampado resultante de la parcelación del barrio de Las Tablas, rodeada de monótonos edificios en altura, exige el compromiso de seducir a sus vecinos. Objetivo que conseguiría la creación un ambiente sereno, con una atmósfera aislada del contexto de la ciudad, que permita la actividad cultural relajada y a gusto.
Este proyecto propone como estrategia la creación de una arboleda para el disfrute de la biblioteca, pero también de todo el barrio. Un paisaje singular dentro del entorno urbano: el jardín, asociado por nuestra memoria a un lugar de recreo para extenderse a la agitada vida cotidiana, ampliando su connotación hedonista con la de referente y catalizador del encuentro intergeneracional, que consiga activar el adormecido barrio de Las Tablas.
El programa establecido para la biblioteca se circunscribe en su totalidad en la trama de arbolado -forzando a desarrollarse en una sola planta-, como un campo abierto, entendiendo que tanto interior como exterior forma parte de la propuesta de paisaje. Dentro de este cultivo las especies se disponen atendiendo a sus cualidades de crecimiento, porte, sombra y mantenimiento. Cuidado y recolección que podrían ocuparse los vecinos, a cambio del privilegio de apadrinar un árbol. Una relación entre la arboleda y la comunidad que extendería la construcción y producción del paisaje al ámbito de la participación colectiva. Actividad que amplia nuevas relaciones entorno a este jardín, y posibilita improvisar usos colectivos como cocinas, meriendas, picnic, intercambio de libros de segunda mano…
Incorporada a la idea de generar un paisaje, el diseño de la biblioteca se entiende como un sistema abierto, más que un proyecto cerrado, que permita implementar e incorporar diferentes opciones de organización, superficies y necesidades en el proceso. Para llevarlo a cabo se propone una tipología que tradicionalmente ha demostrado su versatilidad y flexibilidad, perpetuándose a lo largo de la historia; el claustro. La experiencia del lector sentado frente al patio, leyendo delante de los árboles; sustituye la clásica y jerarquizada sala de lectura y las mesas colectivas por una única mesa corrida que bordea el arbolado.
Los usos requeridos se organizan en bandas programáticas, que rodean cuatro patios, relacionándose unos con otros de forma concatenada, evitando las galerías y pasillos, fluyendo entre ellos en torno a los recintos arbolados. La alternativa presentada dispone de forma lógica los usos sobre el huerto frutal, determinando su posición atendiendo a dos condiciones principales; en primer lugar, a la relación público/privado de la biblioteca, para tener un eficaz control y mejorar la gestión tanto de recursos humanos como de espacio; y en segundo lugar, a la separación de los programas por el gradiente de sonoridad que se registra en este espacio continuo, atenuando mediante el alejamiento y los giros de los espacios.
Los cuatro patios tienen por su relación con el programa una función distinta, independiente de la productiva:
– El patio de recreo está rodeado por el hall de acceso, la biblioteca infantil, la zona de control, la hemeroteca y la zona de informática; es el patio de uso más común para actividades colectivas, los grupos de árboles -cerezo, higuera y fresno- más esbeltos, permite el disfrute diáfano, y la proximidad del área infantil es apropiado para un uso más lúdico. En este patio se dispone como si estuviese embarazado, una singularidad, la bebeteca (una biblioteca independiente dentro del patio), para destacar su independencia y característico uso.
– El patio de los arbustos, un bosque de boj sembrado en el centro del patio, donde sentarse en su perímetro para disfrutar de su evolución en el tiempo mientras tomas un té o relajarse con una breve charla, un paisaje cambiante lleno de arbustos, herbáceas, olorosas y flores silvestres. Este paisaje evoluciona con las estaciones de manera radical, lo que permite verlas con más intensidad. La altura media tapa las vistas de un extremo a otro, ya que los usos que lo rodean requiere a veces de mayor intimidad, estos son la zona de control y acceso, las oficinas y el almacén de libros. También se dispone esta naturaleza ya que el suelo sobre el que se siembra es un estrato artificial, sobre las salas polivalentes que están bajo el patio, para evitar que el ruido que se producen en ellas llegue a las salas de lectura. Se espera que a esta naturaleza se incorporen con el tiempo abejas, mariposas, libélulas y pájaros.
– El patio del silencio, su nombre se inscribe para incorporar al uso de este espacio la condición de recogimiento, contemplación y calma que requiere la lectura y el estudio. Este patio está rodeado íntegramente por la sala de lectura, haciendo que este vacío sea el protagonista de la sala. Sillas sueltas irán desplazándose en su interior en la búsqueda del mejor rincón para abandonarse a la lectura. La plantación de tarayes, almendros y tupelos buscan esta experiencia íntima.
– El patio de los sueños con plantación de higueras y tupelos, que por su forma y apariencia sintética construye un paisaje casi irreal. Alrededor de este patio se encuentra la zona de uso de internet, la zona de audiovisuales y la juvenil, con especial temática de comic; asociando experiencias virtuales y fantásticas a este entorno.
Los anchos de estas bandas se adaptan a las necesidades de la función convenientemente, dilatando al máximo su espesor para acercar la lectura al disfrute del huerto. La aparente homogeneidad y continuidad de la planta contrasta con la solución que se le da a las cubiertas; formadas por cuatro losas aligeradas de hormigón rectangulares que recogen individualmente cada patio. La altura de cada una es variable, que unido a los vuelos en las distintas orientaciones para la protección solar, y el solape entre ellas y la inclinación para evacuar agua, permite un control de la luz más efectivo, penetrando al interior resbalando por estos intersticios, regularizando y cualificando cada espacio según las necesidades. A este control lumínico, como dijimos anteriormente, le ayuda la plantación de árboles para cada espacio.
Este edificio se ha pensado de acuerdo a criterios de tecnología medioambiental, eficiencia energética y sostenibilidad desde el inicio de su gestación. Las decisiones tomadas en este camino consisten en: utilización de la sostenibilidad pasiva como estrategia de partida, limitación de la demanda energética, optimización de los procesos constructivos y de mantenimiento, uso de energías alternativas, optimización de la gestión del agua, además de una correcta manipulación de residuos durante la construcción y la vida del edificio. Se huye de toda la iconografía medioambientalista para proponer un concepto de sostenibilidad ligada a la propia creación de la arquitectura y paisaje, y obtener un edificio que es en sí un sistema bioclimático: un jardín habitado.
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PROPUESTA PARA BIBLIOTECA EN LAS TABLAS, MADRID
DJarquitectura / Diego Jiménez, Juana Sánchez/
Diego Jiménez, Juana Sánchez, Rubén Vegas, Jorge Salguero
Diciembre de 2018