Columnas y reflejos . 2017
La obra de Mercedes está hecha desde esa fina materia conceptual que la realidad de hoy en día me ha hecho añorar. Por su valentía de hablar desde el pequeño formato, y por hacerlo con una voz tímida, ambigua, incluso contradictoria, balanceándose entre la figuración y la abstracción, sin necesidad de definirse. Como si su última voluntad fuese la de demostrar la precariedad del frágil equilibrio entre lo que ve y no ve la luz. Es un trabajo que vive en el límite de las cosas, justo ahí donde más difícil resulta hoy cruzarse con ninguna opinión.
David Steegmann
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