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Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

A su vez el compromiso ético exigible a una colectividad, al contrario del mero individuo que difícilmente puede vencer las presiones pecuniarias, nunca debería renunciar a una cierta visión utópica de la realidad. Ni las comunidades más necesitadas deben ignorar sus sueños. Es nuestra obligación como colectivo no sólo ser responsables sino ambiciosos. Y la de los arquitectos la de construir obras de arquitectura que merezcan ese nombre y aprovechar las oportunidades que se lo permitan dentro de una lógica razonable.

Carlos Cachón

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Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

Quien quiera infundir respeto debería seguir el ejemplo de la indolencia que caracteriza al cocodrilo, esperando displicente al sol sin mover un músculo a que aparezcan sus presas. En lugar de mostrarse todo el rato, acabando así por exponer sus puntos débiles. Sólo abrir la boca en el momento preciso, cuando es posible hacer daño. Y luego dejar que actúe el miedo. Para que el cocodrilo pueda continuar dormitando plácidamente.

Carlos Cachón

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Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

Resulta curioso contemplar el comportamiento de ciertos blogueros. Cuando sus páginas experimentan un aumento de visitas repentino no es raro que sus entradas se multipliquen. Y basta un súbito descenso para que el pesimismo de sus responsables se traslade a su publicación. Como si una simple tendencia se convirtiese en prueba irrefutable. Luego están los sitios alemanes, que si tienen programadas cinco, cuatro o tres entradas diarias, las mantienen se acabe el mundo ese día o brille el sol radiantemente.

Carlos Cachón

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Carlos Cachón

Telegrama, no tuit

Esa manera en que, según avanza la edad, vamos perdiendo la memoria reciente. Como si llegado un punto ya nada de lo que nos sucede tuviese importancia, como si ya sólo fuese significativo lo que hemos dejado atrás.

Carlos Cachón