Aramé Studio . photos: © Del Rio Bani
The “Masia de Can Perpinyà” complex, built in the 18th century, was dedicated for 200 years to agricultural and livestock exploitation. In the 2000’s the house was abandoned and 20 years later, the new generations of the family decided to start an equine breeding farm.
The Can Daudor project is part of this modernization process, transforming an old barn into a single-family house for the new owners of the complex, a space for domestic life and work, that will serve as support for the different tasks of the new farm.
The future home is organized in two floors with different entrances, differentiating the domestic entrances from the work entrances. The two floors are connected through an open staircase that allows a constant visual relationship between them; it is the only point of the house where the volume can be appreciated as a whole.
The main floor is presented as a continuous and articulated space, visually connected to the surrounding landscape through generous openings, some existing and some new.
The fireplace plays a key role in the living space, placing itself in the gravity center, celebrating fire as a primitive element that generates life around.
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Aramé Studio
Website: arame-studio.com
Tittle of the Project: Can Daudor
Status: Built
Year:2019-2021
Size: 250 m²
Photos: Del Rio Bani
El conjunto de la Masia de Can Perpinyà construido en el sigo 18, se dedicó durante 200 años a la explotación agraria y ganadera. En los años 2000 la casa se abandonó y 20 años más tarde, las nuevas generaciones de la familia decidieron instalarse en ella para montar una explotación de cría equina. El proyecto de Can Daudor se inscribe dentro de este proceso de modernización de la finca, transformar un antiguo pajar en una vivienda unifamiliar para los nuevos dueños del conjunto, un espacio para la vida doméstica y el trabajo, que sirva de apoyo para las tareas propias de la nueva explotación. La futura vivienda se organiza en dos plantas con diferentes accesos, salvando así el desnivel natural de 3 metros y diferenciando los accesos domésticos de los de trabajo. Las dos plantas se conectan a través de una escalera abierta que permite una relación visual constante entre ellas, así pues, es en el único punto de la casa dónde se puede apreciar el volumen total del espacio. La planta principal se presenta como un espacio continúo y articulado, conectado visualmente con el paisaje circundante mediante generosas aberturas, algunas existente otras nuevas. La chimenea toma un papel clave en este espacio, situándose en el centro de gravedad del espacio de vida, el fuego como elemento primitivo de generador de vida. La planta baja, acoge los espacios más dedicados al almacenaje y trabajo al igual que una serie de estancias independientes que forman la sala y la habitación de verano, espacios de la vivienda de uso más veraniego en la parte más fresca de la casa.