Estudio Albar . photos: © Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
Half an hour from the center of Madrid, located in a residential area and bordering to the north with a Regional Park, is Casa EÑE; a modern and natural passive wooden house created by Estudio Albar.
The premise of the clients was to achieve a Nearly Zero Energy Consumption and minimum environmental impact home. For this reason, the decision was made to certify the house under the Passivhaus standard, ensuring that the house meets the highest standards of sustainability and energy efficiency.
A house made of a wooden structure, completely industrialized, with cork façade, wooden windows and lime floors, achieving maximum comfort for users and a simple and minimalist home for this family.
It starts from a rectangular plot of 1,800m2, without noteworthy slopes, with a large holm oak in the center. But to the north of the plot, behind a green wall of 55 meters long made of arizonica trees, is the Park: hectares of holm oaks, rockroses and junipers. And in the background, the mountains.
The first decision was to incorporate the Park into the plot: we removed that green wall, aware that we were removing a prohibited species in the Park and thus unifying the Plot and the Park. Breaking the closed limits of the residential complex. Integrating the Park and its nature into the home. Making the house part of the Park.
Therefore, a very simple project strategy is proposed: to the north, the views; to the south, the sun.
A rectangular parallelepiped of 40 meters long and 6 meters wide is projected. Along the two main fronts, large square openings are opened, those to the north framing the landscape and introducing it into the house, while those to the south introduce the sun. The two smaller fronts, completely blind, do not interest us.
This prismatic container accommodates a 250 square meter housing program with a very simple scheme in which the perimeter is freed from any wall or immovable element, bringing the circulations of the house to this perimeter. In this way, any circulation through the house is equivalent to a walk through the field. It is always present, silent, as one more element of the house.
And on the first floor, completely independent of the house, it is crowned with a small pavilion intended for the professional office of the parents. It is accessed again by strolling along the flat roof, with the Park as a backdrop. A pavilion with two windows, one to the north and one to the sunset. Completely closed to the south, to the family garden.
Passive strategies, as well as a high energy efficiency envelope, have been used to achieve maximum user comfort and almost zero energy consumption in this house. Efficiency is not about generating more green energy, but about requiring the least possible energy.
A structural envelope of lightweight wooden framework, entirely executed in the workshop while the foundation was executed on site, managed to reduce the construction time to 6 months, guaranteeing very high quality control by introducing industrial procedures when building this house.
Pine wood carpentry, cork from holm oaks from Badajoz and Portugal for the façade, continuous natural lime floors and partition walls lined with natural oak veneered wooden boards, complete this pleasant and simple house in the Sierra de Madrid.
_
Location: Madrid, Spain
Gross Built Area: 250m2
Architects: Estudio Albar
Lead Architects: Daniel Lozano e Irene García
Year: 2023
Photography: Imagen Subliminal (Miguel de Guzmán + Rocío Romero)
A media hora del centro de Madrid, emplazada en una zona residencial y lindando al norte con el Parque Regional de la Cuenca Alta del Manzanares, se encuentra Casa EÑE; una moderna y natural casa pasiva de madera creada por Estudio Albar. La vivienda parte de la premisa de los clientes de lograr una vivienda de Consumo Energético Casi Nulo y mínimo impacto medioambiental. Por ello, se tomó la decisión de certificar la vivienda bajo el estándar Passivhaus, garantizando que la vivienda alcance los más altos estándares de sostenibilidad y eficiencia energética. Una casa hecha de estructura de madera, completamente industrializada, con fachada de corcho, ventanas de madera y pavimentos de cal, logrando el máximo confort para los usuarios y un hogar sencillo y minimalista para esta familia. Se parte de una parcela de 1.800m2, rectangular, sin desniveles reseñable, con una gran encina en el centro. Pero al norte de la parcela, detrás de una tapia verde de 55 metros de largo de arizónicas se encuentra el Parque: hectáreas de encinas, jaras y enebros. Y al fondo, la Sierra de Hoyo. La primera decisión fue la de incorporar el Parque a la parcela: retiramos esa tapia verde, conscientes que retirábamos una especie prohibida en el Parque y así unificar la Parcela y el Parque. Romper los límites cerrados de la urbanización. Integrar el Parque y su naturaleza en la vivienda. Hacer que la vivienda forme parte del Parque. Por ello, se plantea una estrategia muy sencilla de proyecto: al norte, las vistas; al sur, el soleamiento. Se proyecta un paralepípedo rectangular de 40 metros de largo y 6 metros de ancho. A lo largo de los dos frentes principales se abren grandes huecos cuadrados, los del norte que enmarcan el paisaje y lo introducen en la vivienda, mientras que los del sur introducen el sol. Los dos frentes menores, totalmente ciegos, no nos interesan. Este contenedor prismático acoge un programa de vivienda de 250 metros cuadrados con un esquema muy sencillo en el cual el perímetro queda liberado de cualquier tabique o elemento inmóvil, llevando a este perímetro las circulaciones de la vivienda. De este modo, cualquier circulación por la vivienda es equivalente a un paseo por el campo. Éste está siempre presente, silencioso, como un elemento más de la vivienda. Y en planta primera, totalmente independiente a la vivienda, se corona con un pequeño pabellón destinado a despacho profesional de los progenitores. Al mismo se accede, nuevamente, deambulando por la cubierta plana, con el Parque como telón de fondo. Un pabellón con dos ventanas, una al norte y otra al atardecer. Completamente cerrado al sur, al jardín familiar. Estrategias pasivas, así como una envolvente de alta eficiencia energética se han empleado para alcanzar el máximo confort del usuario y un consumo energético casi nulo en esta vivienda. Lo eficiente no es generar más energía verde, sino requerir la menor energía posible. Una envolvente estructural de entramado ligero de madera, íntegramente ejecutada en taller mientras en obra se ejecutaba la cimentación, logró reducir el tiempo de obra a 6 meses, garantizando un altísimo control de calidad al introducir procedimientos industriales a la hora de construir esta vivienda. Carpinterías de madera pino, corcho procedente alcornoques de Badajoz y Portugal para la fachada, pavimentos continuos de cal natural y tabiquerías forradas con tableros de madera chapados con roble natural, terminan de conformar esta agradable y sencilla vivienda de la Sierra de Madrid.
