De la calle al terrado, de arriba abajo, de la luz a la sombra. Todas estas dualidades se entrecruzan en esta pequeña reforma en el barrio de Gracia de Barcelona.
La gente no espera que en pleno centro de Barcelona se pueda vivir como se vivía en los pueblos. Abrir la puerta de casa desde la calle y dejar directamente las cosas en el comedor, subir a las estancias más privadas o seguir subiendo hasta la terraza donde abunda el sol.
Subir, bajar, y volver a subir, todo pasa por la escalera, el centro de la casa. Se ha diseñado muy ligera y abierta, para que permita las visiones cruzadas entre las plantas y la bajada de la luz. Toda ella se acompaña de un gran muro de baldosa vitrificada hasta cubrir las dos alturas. Sus reflejos ofrecen una mayor sensación de profundidad al limitado espacio disponible.
Para aportar más luz se ha realizado un lucernario en el terrado, y se ha recortado parte del suelo de la planta intermedia. Así desde la planta inferior se goza de la luz de la cubierta.
Ha sido una intervención económicamente modesta basada en dos criterios de intervención , respecto a las preexistencias y los nuevos añadidos.
Se aceptaron los materiales de partida: la estructura del altillo, las paredes de ladrillo y el pilar de obra. Pero se unificó todo en blanco sólo diferenciando sus texturas.
Los materiales añadidos son naturales o tradicionales: En planta baja, en contacto con el terreno, una solera de hormigón haciendo de base. El altillo intermedio con estructura ligera de madera de pino, la cubierta de cerámica tipo rasilla como es habitual en el lugar y la escalera en hierro barnizado. Las baldosas de la escalera son las únicas que se escapan de su uso habitual en baños y cocinas y pasan a jugar un papel protagonista en toda la intervención.
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Tipo: residencial / Cliente: privado / Localización: Barcelona / superficie: 60 m2 / Arquitectos: Twobo / Fecha: 2019