Pregunta. ¿Rossi o Koolhaas?
Respuesta. Koolhaas, siempre exploración y error por delante del dogma.
P. ¿Forma o función?
R. La función expandida, incluyendo mas allá de lo humano, genera formas inesperadas
P. ¿Qué es un paralex?
R. Lo que ya nadie usa… y no echo en falta
P. Faemino y Cansado o Peter Sloterdijk.
R. La hiperpolítica de Sloterdijk. Para divertirme, prefiero con mis amigos
P. Belén Esteban o Zaha Hadid.
R. Zaha Hadid es mucho mas que un personaje, ha hecho aportaciones sustanciales a la arquitectura.
P. Ad Reinhardt buscaba una noción de pureza estética, en cierto modo una abstracción total que culminase el proyecto moderno, en la que el arte no estuviese contaminado por elementos externos a su campo. Así llegó a realizar su serie de pinturas negras, compuesta por varios módulos de tonos apenas discernibles unos de otros, donde la emoción pictórica surgía de la ambigüedad de esas variaciones, que tenían su origen exclusivamente en el ámbito plástico y no en ninguna narrativa o funcionalidad, frente por ejemplo al cubismo que generaba la misma emoción pero a partir de la realidad, de la reconstrucción de las figuras quebradas del mundo tangible en el campo de la pintura. ¿Le dice algo esa búsqueda?
R. Me recuerda cuando a los 14 años afirmaba en clase, con radicalidad ignorante, que la poesía de Machado solo me interesaba a partir de la guerra civil, y que todo lo anterior me parecía basura cursi. Solo me interesaba la poesía que se comprometía (y era de belleza arrebatadora, claro). Me doy cuenta ahora que no he madurado demasiado, y me sigue interesando cuando la técnica y la belleza entienden su rol en la sociedad y son capaces de empujar hacia nuevas metas. No me interesan para nada los discursos endogámicos en ningún campo, por brillantes que sean. Es una limitación mía, sospecho.
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P. Cuando padece de insomnio para dormirse de inmediato coge: ¿la biblia, el último artículo de Xavier Monteys, el último libro de Kenneth Frampton, la colección completa de entradas de afasia?
R. El articulo de Xavier me alegra la noche
P. Si las obras culturales deben buscar siempre la originalidad, ¿de qué huimos?
R. A veces, de simplemente hacerlo bien. La originalidad real suele ser incremental. Las grandes revelaciones tienden a ser trucos de magia para crédulos.
P. ¿Qué arquitecta proyectó la vivienda de Judit Mascó?
R. Ni idea
P. ¿Organizaría un Gran Hermano de arquitectos?
R.¿Qué?!
P. ¿Lo presentaría Jorge Javier Vázquez?
R.¿Qué?!
P. Lo anti-icónico es, ¿una religión oriental, una compleja figura geométrica, un perfecto caballo de Troya para devolver la arquitectura a su condición más reaccionaria?
R. Un péndulo yéndose al extremo contrario. La ciudad, igual que una frase, siempre ha necesitado una fábrica de calidad y algunos acentos. Si acentúas cada vocal, se convierte en impronunciable. El problema de fondo es asimilar diseño a extravagancia, lo cual es un error de ignorancia supina. Los que muchos medios de comunicación han considerado ‘arquitectura’ –para vender, epatar y ser ‘cool’- ha sido un circo de extravagancias. El problema es que el hartazgo (temporal, volverá en seguida) hacia la extravagancia esta siendo eliminar el diseño.
P. Si fuese un arquitecto sin éxito, ¿se haría profesor de proyectos, se dedicaría a comisariar exposiciones, fundaría un blog?
R. Cualquier cosa, por ejemplo lo que hago
P. ¿Preferiría no hacerlo?
R. Ver el sucedió político-social norteamericano, británico-europeo y catalán, por no mencionar todo el resto que esta fuera de esta secuencia de muñecas matrioskas.
P. ¿Quién ha sido el último ganador del Pritzker?
R.¿Doshi? ¿o se me ha pasado el año sin enterarme?
P. Y, ¿el primero?
R. NI idea
P. ¿Son los blogs, frente a los medios tradicionales, con su necesidad de favorecer no tanto la calidad como la cantidad -puesto que sus ingresos dependen del número de entradas visitadas y no de su contenido- un claro ejemplo de fruto de la sociedad del espectáculo?
R. De la sociedad de nuestro tiempo, en el que el espectáculo es una parte, con el narcisismo, la velocidad y dificultad de atención… No lo juzgo
P. Le pone más la pendiente del cementerio de Malmö o el óculo del Panteón.
R. La pendiente del cementerio, sin duda
P. ¿Por qué?
R. Augura muchas cosas por descubrir, así que promete un placer largo en lugar de un momento ‘oh’
P. En un momento de auge del minimalismo Baumschlager – Eberle afirmaban: “En una traducción del alemán, arquitecto significa aquel que dispone las cosas juntas, no quien las inventa. A través de este proceso de poner las cosas unas junto a otras se crea una cualidad nueva, pero no se inventa nada singular. Al final, el trabajo del arquitecto consiste en disponer estas cosas”. Y: “En el despacho suelo comentar con nuestros colaboradores que no me interesan las líneas; ¡no hagáis líneas!; las líneas no existen en arquitectura. Todo está construido con un material concreto, todo tiene un grosor y un peso determinado.” ¿Materia o concepto?
R. A mi me gustan las líneas. Mi socia Margarita Jover dice que el dibujo tiene que mantener siempre un grado de indefinición. Los materiales van llegando, y cuando se empieza con el material como condición inicial del proyecto, el material es concepto. Por otro lado, el arquitecto no inventa las cosas, pero en las obras buenas siempre hay un pequeño descubrimiento (espacial, tipológico, de uso de materiales, de interpretar el lugar…)
P. ¿Uno funda un despacho de arquitectura como consecuencia lógica de haber pasado el mal trago de haber sido empleado por otro arquitecto?
R. En todo caso, al contrario. Fundamentalmente, uno lo funda por idealismo y ambición de aportar.
P. ¿Madrid o Barcelona?
R. Nuestro despacho esta en Barcelona y nuestra hija estudia en Madrid. Mis amigos están en los dos sitios y cada una de ellas me parecen estupendas cuando estoy en ellas. Madrid y Barcelona, elegir es una idiotez.
P. ¿Futuro o pasado?
R. Esto ni siquiera se puede elegir…
P. ¿Existe el sur?
R. De hecho, sí. Y es muy importante posicionarse. El Sur Global -Global South- es donde están ocurriendo cosas. En nuestro confortable norte, los privilegiados nos dedicamos a inventar problemas que no existen.
P. ¿Qué opina de alguien que no lee a Deleuze porque su escritura le parece difícil?
R. Sigo sin juzgar
P. Seguramente ningún ensayo refleja mejor que “Complejidad y Contradicción en la Arquitectura” de Robert Venturi el ideario de la arquitectura actual. ¿Por qué si la teoría de Venturi es tan acertada su obra resulta tan fallida?
R. Discrepo. La teoría no es tan acertada y, afortunadamente, el ideario de Venturi no está de actualidad en la mayor parte de los sitios. Ni en los sitios en los que se hace arquitectura buena y que innova resolviendo los retos de hoy en día, ni en los sitios en los que los retos son tan grandes que aun no sabemos como la arquitectura puede influir. Venturi tuvo un gran impacto en su momento y abrió una caja de pandora que legitimó millones de obras facilonas bajo un paraguas pseudoteórico. Por otra parte ¿qué significa realmente ‘teoría’ en arquitectura?
P. Forma parte de la naturaleza del arte poner en cuestión sus propios principios lo que la convierte en una disciplina con una componente conceptual clara. ¿Uno de los problemas de la arquitectura es no cuestionarse constantemente qué es la arquitectura?
R. El problema es que la cuestionamos demasiado. Cuestionar la arquitectura se ha convertido en un modo de vida o en una justificación de carrera académica. La arquitectura de verdad es esencial. No necesita justificarse con argumentos ‘conceptuales’ de uso interno.
P. ¿Pensar es sospechoso?
R. Es sospechoso decir que no, ser independiente o no alinearse con las supuestas sofisticaciones intelectuales del momento. A veces, simplemente es sospechoso hablar demasiado claro y con sencillez. Y, evidentemente, es sospechoso no hacer los oportunos ‘rendez vous’, lo cual a lo mejor es producto de no pensar demasiado.
P. Después de una reunión de una hora con un cliente, ¿pediría permiso para bajar a comprar tabaco y diría: ahora vuelvo?
R.
P. Publicita todos los edificios que construye.
R. No dedicamos el tiempo que deberíamos. A veces preferimos esperar a ver como evolucionan, en especial viviendas. La forma en que se ocupan las hace mucho mas interesantes.
P. Hilberseimer creía que las dos corrientes dominantes de la arquitectura moderna del XIX, la que consideraba el estilo como una cuestión de forma en que las configuraciones pasadas podían ser readaptadas al presente y la que entendía que esas nuevas formas podían inventarse de la nada, se superaban mediante el proyecto moderno que las ataba al espíritu del presente. Hoy más que una superación de ambas esa tercera vía parece simplemente una alternativa más. ¿Se siente cómodo en alguna de las tres?
R. Definitivamente a la de Hilberseimer con alguna precaución. No consigo ver en ningún lado los ‘espíritus’, pero veo los retos urgentísimos que el presente y el futuro inmediato nos pone delante de los ojos. Me bastaría con que la arquitectura se atreviera a poner su parte para afrontarlos mientras sigue construyendo la cultura de su tiempo.
P. Su mayor decepción como arquitecto.
R. Esta por llegar, pero no tengo ninguna prisa. Algunas decepciones, menores, vienen cuando representantes de lo público se comportan como incultos y corruptos (moral, intelectual o económicamente), echando a perder buena arquitectura que serviría bien a sus representados. Aprovecho para decir que lo ‘público’ y la ‘política’ me parecen nuestro patrimonio más importante y delicado. Y quien los corrompe merece lo peor…
P. ¿Conoce algo más kitsch que revestir pavimentos de suelos y escaleras de edificios contemporáneos con baldosas cerámicas decorativas?
R. El kitsch esta en pleno auge. Algunos están aburridos haciendo gimnasia gráfica y mental. Será curioso verlo dentro de unos años, auténticos cardados.
P. Esther Ferrer ha dicho alguna vez: “Nunca he tenido especial interés en llevar a cabo mis proyectos en un espacio físico a gran escala, si la maqueta funciona para mí la obra está hecha. Si no puedo realizarla en un espacio real no pasa nada. Lo que me interesa es el proceso.”. ¿Tiene madera de arquitecta?
R. No soy quién para juzgar a Esther Ferrer. A mí, nuestras obras siempre me han sorprendido al construirlas, para bien y para mal, pero siempre útil. De hecho, los procesos de gestión, construcción y ocupación son fascinantes y añaden capas de complejidad que pueden destruir o multiplicar el interés de un proyecto. Aun en el peor de los resultados, la ejecución de cualquiera de nuestros proyectos les ha añadido valor. ¡Y los ha testeado! A veces enseñándonos sus deficiencias. Pero sí, da miedo confrontar lo que imaginamos con un resultado final que pasa a ser de dominio público y los justificantes y argumentos peregrinos se evaporan.
P. ¿Por qué obra se hicieron famosos en España Roland Berger y Oliver Wyman?
R. Ni idea…
P. Forma vs función, materia vs abstracción, contexto vs concepto, regionalismo vs espectáculo. En la arquitectura, como en otros campos, es frecuente el enfrentamiento entre pares opuestos. ¿Por qué los defensores de uno de esos opuestos somos siempre aquellos que más interesados estamos en que se imponga? ¿Si uno se siente seguro de sus ideas no debería ponerlas en cuestión constantemente?
R. Estas simplificaciones son parte de nuestro día a día: carne o pescado, Catalunya o España, Barcelona o Madrid, conmigo o contra mi… muy simple y muy pesadito…
P. ¿Esta entrevista la ha contestado usted o su secretaria?
R. No me perdería la diversión de contestarla yo mismo. Además, mi secretaria la hubiera contestado en inglés.
P. ¿Qué fue de su agria polémica con Jonathan Sergison?
R. Primera noticia…