Telegrama, no tuit
Se les llenaba la boca con la palabra OuLIPo, y en su rostro se dibujaba la satisfacción que les producía saber desenvolverse con medios escasos, pero viendo sus obras uno tenía la sensación de que lo que agradecían era estar sometidos a un conjunto de normas estricto que les evitase poner a prueba su inteligencia para resolver sistemas más complejos.